El rejoneador Diego Ventura e Israel Téllez se repartieron un total de cinco orejas, en la tradición corrida del 20 de enero en Juchipila, festejo en el que el juez negó trofeos a Antonio García "El Chihuahua" de manera injustificada, aunque al final también lo sacaron a hombros.

Ventura levantó gran expectativa y abrió plaza con "Bienvenido", al cual recibió montando a “Chocolate”, con el que lució con los rejones de castigo. Enseguida sobre los lomos de “Ginés”, con el que toreó de costado y colocó dos vistosas banderillas; de ahí siguieron banderillas cortas para adornarse con piruetas que desgranaron los olés en el tendido.

Como preámbulo de la suerte suprema realizó el teléfono, para de ahí acertar hasta el segundo intento con el rejón de muerte, lo que le valió el corte de un apéndice.

Con el cuarto de la tarde, "Toñito", dejó dos rejones, y con “Sueste” lo llevó cocido a la grupa para lucir con las banderillas, ya con “Morante “, tres banderillas cortas al relance, lo más aplaudible del respetable fue cuando el caballo mostró su capacidad para morder al astado de Puerta Grande. Dejó el rejón de muerte en buen sitio para pasear dos orejas.

El de Uriangato, Guanajuato, recibió a su primero, "Quinkas", con dos toreras largas cambiadas de rodillas para después dejarse ver con ceñidas verónicas en la boca de riego. Se adornó con quite por chicuelinas. Cubrió el segundo tercio y con la pañosa elaboró una faena con trazo y determinación. Hiló manufactureros derechazos y con la toledana falló, acertando al primer golpe de descabello.

Con el segundo de su lote, Téllez, lució con el percal, y en el segundo tercio invitó a El Chihuhua, siendo ambos ovacionados. Con su trasteo muleteril supo exprimir el poco jugo de calidad y claridad del burel.  Dejó certera estocada y cortó dos apéndices.

"Gobernante", fue el primer toro que en suerte correspondió a Antonio García El Chihuahua, al que recibió con dos largas cambiadas de rodillas, cerrando el primer tercio con chicuelinas. Gustó con banderillas y con la muleta mostró voluntad y destellos, pues el toro tuvo peligrosidad. Estocada caída, suficiente para pasaportar al toro. Vuleta al ruedo.

Aguaje, fue el que cerró plaza, tuvo variedad con el capote y banderillas. Realizó una faena variada y entregada, aunque sin estructura y calidad. Mató al segundo viaje y hubo fuerte petición de oreja, pero el juez no concedió trofeo alguno.

Al final tanto Diego Ventura como Israel Téllez salieron a hombros