Lorenzo Garza Gaona cosechó la única oreja concedida a lo largo del quinto festejo de la temporada de la plaza "La Paloma" de Puerto Vallarta, donde se llevó a cabo un doble mano a mano entre novilleros mexicanos y españoles.

Abrió plaza Lorenzo Garza Gaona ante un novillo con calidad aunque flojo para el caballo. Garza Gaona estuvo bien con oficio con el capote intentando en todo momento agradar al publico. Se le  vio fácil con la muleta delante de este novillo que tuvo calidad, consiguiendo buenos momentos.

Hay que decir también que por momentos anduvo eléctrico; creemos que le faltó darle importancia al escenario y a su  novillo. Mató de media estocada y el publico pidió la oreja, misma con la que se alzó como triunfador de la tarde.
 
El segundo turno fue para el espigado Rodrigo Cuevas, ante un novillo cuajado pero muy bonito y con clase y recorrido suave. Rodrigo estuvo toda la tarde desconfiado; con el capote nada pudo hacer y con la muleta quizo pero no pudo, pues intentó torear por ambos lados mostrando preocupación y dudas ante su enemigo. Mató de media estocada y se retiró en silencio.
 
En tercer lugar actuó el español Vazquez Romero, que vino por su segunda tarde, y mostró, como lo hizo en su presentación que tiene oficio, valor y buenas maneras. El astado era bueno y noble pero que por desgracia al rematar en un burladero se rompió un  piton. Sin embargo, Vázquez sacó lo mejor de su novillo.

Con el capote siempre intentando hacer cosas que el publico agradeció. Ya con la muleta toreó con hondura y calidad por el lado derecho y con el izquierdo con suavidad hasta lograr tandas muy buenas; el  tamaño del novillo no demeritó su quehacer y en todo momento le dio importancia.  Por desgracia pinchó hasta en cuatro ocasiones y el público lo llamó a dar una merecida vuelta al ruedo.
 
Cerro plaza el también español Lorenzo Sanchez y le tocó el novillo mas cuajado de la tarde, con medias embestidas pero no tenia malas ideas. Lorenzo toreó con sabor con el capote y, con porte artístico, hace las cosas con mucha calma mostrando valor sereno. Con la muleta realizó una  faena por ambos lados haciendo bien las cosas, mientras que el público se entregó a su labor. Perdió la posibilidad de tocar pelo tras fallar con el acero.