Eulalio López "Zotoluco", por segunda vez en el año, indultó un toro de Fernando de la Mora, ahora en la Monumental Monterrey, donde cuajó una gran faena e hizo vibrar al público en una corrida donde Sebastián Castella y Arturo Saldívar cortaron una oreja por coleta.

Y mire lo que son las cosas: la afición que ayer hizo numero de aproximadamente cinco mil aficionados en el tendido, venía predispuesta a gozar una vez más del toreo exquisito del francés Sebastián Castella. Sin embargo, el oriundo de Beziers tal parece dejó la suerte olvidada en el cuarto de hotel donde se vistió antes de ir a la plaza, pues sus dos enemigos del hierro titular se lastimaron severamente la cornamenta y fueron sustituidos por los dos reservas.
 
Solo el inicio prometedor en los medios de la plaza Castella a su primer enemigo, ligando por delante y por atrás los cambiados por la espalda o péndulos, hicieron vibrar con emoción a los aficionados reunidos en los tendidos de la Monumental Monterrey.
 
Una oreja bien ganada y el reconocimiento de la afición que se quedó afónica de tanto gritar a su favor, abrigaron la esperanza de que ante el quinto de la lidia el francés rematara la tarde con otra faena de las suyas, dignas de un mejor premio, pero no fue posible.
 
Cabe destacar, como ya lo habiamos hecho en otras tardes, el arte fino que posee el francés al saludar de capa a los bureles y luego, tras consentirlos, obligándolo a echar el resto y estar incluso muy superior a los animales, como fue el caso del segundo de su lote, segundo reserva de Begoña y que no funcionó siquiera para seguir aumentando la cosecha de 11 orejas y dos rabos en esta plaza.
 
Sin embargo, la tarde fue del capitalino Zotoluco, que saludó con suaves veronicas a "Sinfonía". Luego en la parte clave del festejo engarzó los muletazos en los que de uno en uno cuajó por ambos lados una faena que caló hondo en el tendido. Para su mal afortuna se puso muy pesado con el acero y malogró asi su labor, siendo premiado con la salida al tercio.
 
El segundo de su lote, "Mar de Nubes", fue muy claro desde su salida, tanto que Eulalio luego de haber cumplido levemente en el saludo capotero, hilvanó chicuelinas en los medios, una vez que el toro recibió castigo en varas. Citando de frente y con la muleta plegada en su mano izquierda,  soltó el cartucho de pescado, otra suerte en el olvido, para tirar del toro y fundirse los dos en el ruedo en una faena pletorica y llena de emoción.

Antes de que se perfilara con la espada, un grupo minusculo de aficionados con gritos reprobatorios, se negaba a la posibilidad de que Zotoluco indultara al bravo ejemplar, para proclamarse como el máximo triunfador del festejo en la triunfal vuelta al ruedo, acompañado del ganadero. Así, de golpe y porrazo en una solo tarde y una actuación, el diestro se alzó con el triunfo..
 
El jovencito Arturo Saldívar tuvo aquí tambien una tarde de mucho compromiso, ya que luego de haber tomado la alternativa hacía dos semanas atrás, la de hoy ésta sería paenas su cuarto festejo. Gracias a sus aptitudes,  pudo hacer frente con sobrada técnica a las embestidas de sus enemigos y calar hondo el el giuto del publico regiomontano que le aplaudió  con verdad y fuerza sus trasteos, premiándole con una oreja de su segundo ejemplar.
 
El encierro de Fernando de la Mora fue muy bien presentado y hubo toros muy interesantes y otros dos, el lote de Castella, los que se estrellaron e inutilizaron y que quiá pudieran haber funcionado como el resto del encierro.