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Triunfalismo, varios estilos y cero concurso (video)

Domingo, 10 Oct 2010    Pachuca, Hgo.    César Montes I Foto: Ángel Sainos           
Samperio acompañó a Ortega y Angelino en la salida a hombros

Sí, hubo triunfos, pero también triunfalismo, merced de un público que está comprobado que sabe poco de apreciar toreo del fino del toreo de efecto, y de estocadas, ni se diga, todavía menos, y eso fue razón suficiente para que se cortaran más orejas de las que se hubieran visto hoy en lo que ha sido la tercera y última corrida de la feria de Pachuca.

Del anunciado concurso de ganaderías no hubo nada, sólo que se lidiaron reses de diversas ganaderías, que en general, más o menos, se dejaron torear con algunos toros sobresalientes, en una tarde en la que el clima respetó más que los festejos anteriores y con una mejoría en la entrada, aunque no muy significativo, pues sólo había un poco más de dos mil personas en los tendidos de una plaza a la que le caben cerca de nueve mil.

Rafael Ortega estoqueó tres toros, el primero tuvo nobleza pero se desplazó poco además de que le faltó transmisión. Hubo pases templados con la derecha y a la gente siempre la tuvo en su bolsa.

El segundo fue un toro soso que hizo una salida de manso al que banderilleó bien, lo que le valió una fuerte ovación. El trasteo se basó en voluntad, en extraerle los pases a un bicho soso, deslucido y con muy poco fondo, y como lo mató eso sí, de certera estocada, fue premiado.

Quizá no era necesario que regalara un toro, y el que salió en noveno lugar fue justo de bravura y casta, y se apagó pronto. Nuevamente banderilleó en su estilo, tuvo pulso para aprovechar la embestida, sí, con fijeza, pero sin transmisión. Como cobró una estocada en buen sitio, el público exigió los trofeos.

José María Luévano ha estado torero y gustándose. Veroniqueó bien a su primero, un astado que hizo un flojo tercio de varas pero en la muleta repitió encastado, con fijeza y exigiendo le hicieran bien las cosas. Así lo hizo y corrió la mano de aquí hasta allá, y pese al aire que por momentos le molestó, hubo temple, gustando a la concurrencia, en una labor larga en la que casi al final algunos despistados empezaban a pedir el indulto. Cobró una estocada defectuosa y aún así, fue premiado.

Su segundo fue un toro que tras la imprecisión del picador y de hacerle un ojal, llegó con poco gas en la muleta, su embestida fue a media altura y corta, y con eso, se esforzó el torero logrando momentos que transmitieron al tendido pero desafortunadamente malogró dicha labor con el acero, resintiéndose de por sí de la mano derecha que traía lastimada.

José Luis Angelino salió dispuesto, con afición y ganas de agradar. Su primer toro se apagó, fue soso aunque tuvo bueno estilo y voluntad para seguir los engaños, logrando estar en el gusto del público.

A su segundo lo toreó ajustado con el percal, lo llevó al picador y lo mismo lució en el quite por chicuelinas que con banderillas. Se fue decidido a los medios a iniciar su trasteo de hinojos, lo que calentó a la asistencia, y luego correr la mano con largueza y temple, en series que le corearon con fuerza. Dejó una estocada defectuosa pero a la gente no le importó, por lo que pidió el trofeo.

Pablo Samperio enfrentó un toro que se empleó poco y que el picador al señalarle un segundo puyazo ayudó a que se parara y se defendiera en la muleta, llevando la cara arriba y quedándose corto. El torero de la tierra lo aguantó y los asistentes se lo reconocieron.

A su segundo lo fue a saludar a los medios con tres faroles de rodillas, chicuelinas coreadas con fuerza y luego llevar por tapatías al astado al caballo. En algo inusual (porque no banderillea), invitó a banderillear a Ortega y Angelino, que lo hicieron de manera lucida, mientras Samperio no se quedó atrás dejando un cambio de cortas, siendo muy ovacionados. De muleta se gustó y logró pasajes que gustaron escuchando los gritos de “¡torero torero!” ante un toro con emotividad, obediencia y repetición. Falló con acero y aún así, con la gente entregada, consiguió un trofeo que le supo a gloria, mientras para el toro hubo el homenaje del arrastre lento.

Ficha

Pachuca, Hgo. Plaza Vicente Segura. Unas 2 mil 100 personas. Corrida en concurso de ganaderías:  Unas 2 mil 100 personas en tarde soleada y de buena temperatura, con algunas ráfagas de viento. Cuatro toros de De Santiago, descastados y de poco contenido. Uno de El Vergel (2o.), flojo al caballo pero de embestida encastada en la muleta. Uno de El Grullo (6o.), que cumplió. Tres de Montecristo (7o., 8o. y 9o.), buenos, con arrastre lento al octavo. Pesos: 460, 490, 451, 463, 455, 500, 480, 453 y 450. Rafael Ortega (blanco y oro): Palmas, dos orejas y dos orejas en el de regalo. José María Luévano (verde limón y oro): Oreja y palmas. José Luis Angelino (rosa y oro): Oreja y oreja. Pablo Samperio (azul pavo y oro): Palmas y oreja.


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