La Feria de San Marcos 2024 representó un magnífico escaparate para varios toreros mexicanos, sobre todo aquellos que consiguieron triunfar y salir revalorizados de la Monumental, entre los que destacan varios nombres, enlistados a continuación en orden de antigüedad: Octavio García "El Payo", Juan Pablo Sánchez, Diego Sánchez, Luis David, Sebastián Ibelles o Arturo Gilio, quienes dejaron sobre la arena los pasajes más sobresalientes del ciclo.
Dos Sánchez, un Adame y un tal Ibelles
Los tres toreros hidrocálidos que consiguieron mejores resultados en este serial taurino fueron Juan Pablo Sánchez, Luis David y Diego Sánchez, y no se quedó a la zaga Sebastián Ibelles, que venía como un auténtico desconocido a lidiar un único toro en la corrida de la Oreja de Oro.
El mexiquense se entretuvo en realizar una excelente faena –de corte martinista, en su forma conceptual y expresiva– que fue un dechado de sentimiento ese ejemplar llamado "Recuerdo", de Julio Delgado. Ojalá que este triunfo –fue una y debieron ser dos orejas porque pinchó una vez antes de colocar una magnífica estocada– le sirva para recibir más oportunidades y que el año entrante lo programen en una tercia, pues se lo tiene bien ganado.
Otra de las faenas más artísticas de la feria la firmó Juan Pablo, que vive un momento dulce, con la esperanza de ver si este año lo ponen en Madrid, y todo el trabajo realizado desde hace más de un año se vea reflejado. El hijo de Ricardo Sánchez toreó un par de tardes en las que estuvo inteligente, templado y torero, siendo la faena que cuajó a "Feriante", de Pozohondo, en la corrida del 2 de mayo, de un temple prodigioso toreando al natural, con ese trazo largo tan propio de los toreros mexicanos de otra época y que, a su manera, también viene a entroncar con el estilo que prodigaba el inolvidable mandón.
Diego Sánchez tuvo que venir a su tierra a tratar de reivindicarse, ya que después de haber tenido triunfos relevantes en la Plaza México, no apareció en los carteles de la Temporada de Reapertura y estaba un tanto relegado. Pero como dicen que el toro pone a todo mundo en su lugar, no desaprovechó la oportunidad de lucir en la corrida del 18 de abril, en la que cortó tres orejas de ley a los toros de Montecristo.
El hijo de Luis Fernando se mostró en forma, astuto, templado y valiente, en faenas donde puso de manifiesto que es un torero con oficio, no obstante que no ha toreado tanto como hubiese querido. Vamos a ver si esta sólida actuación, en una tarde, le granjera más contratos.
Luis David tuvo dos comparecencias igualmente frescas de ánimo y muy variadas, siendo su primera tarde, con toros de José Barba, la que más impactó por su bello toreo de capote, y esa forma tan peculiar de llevar al toro al caballo del picador a una mano, que ya quedará como uno de los pasajes estelares –y muy difíciles de repetir– del toreo de capote a lo largo de la feria.
Motivado por su exitosa participación en la Copa Chenel, donde volverá a torear en las semifinales, y consciente de que el tren que se le había escapado ya está otra vez delante de su puerta, el torero de dinastía es otro de los nombres interesantes de la actual baraja mexicana, un hecho que ratificó en la última corrida del ciclo, donde volvió a triunfar, aunque sin la contundencia de la tarde del 21 de abril.
Mención especial merece José Mauricio, que fue el único herido de 2024, en una actuación dotada de empaque y torería, delante de un lote de toros de De la Mora con los que también enseñó que su sólido paso por la Plaza México no fue obra de la casualidad. Ahí está el artista capitalino, cada vez más maduro y concentrado, con ganas de mostrar ese toreo de filigrana cuando un toro se lo permite, y ese otro de raza y pundonor cuando hay que echar mano de tales recursos.
En este mismo tenor pasó por la feria Fermín Espinosa "Armillita IV", que con la corrida de José Barba se mostró muy torero, haciendo bien las cosas con los dos toros de su lote, en una etapa buena para su carrera e la que sigue toreando cada vez con más seguridad, temple y el buen gusto acostumbrado.
De haber estado más fino con la espada, seguramente hubiese cortado una oreja de peso al primer toro de su lote. Pero al margen de este hecho, que le privó del triunfo, dejó constancia de su mentalización y enormes deseos de seguir avanzando en su profesión. Así que es otro de los toreros a tomar en cuenta para el futuro.
El Payo, sublime…
La fidelidad a un concepto ha hecho pensar que Octavio García "El Payo" es un torero un tanto conformista, que sale a ver si un toro le embiste y, si así se da el caso, a tratar de torearlo arte y sin el esfuerzo que años atrás solía desplegar con los "medios toros". Pero no es eso, sino que ya no tiene pensado apartarse de su actual concepto expresivo que es el que lo hace más feliz. Y se vale, por supuesto, que para eso un torero también se juega la vida: para elegir la manera en que más le satisface hacerlo.
Pues en Aguascalientes, el queretano tuvo la suerte de toparse con el noble "Marinero" de Bernaldo de Quirós, al que toreó por nota para no derribarlo, y luego lo cuajó a placer, con muletazos tersos, toreando con verticalidad y empaque. Conjuntamente con lo que hicieron Juan Pablo Sánchez, José María Manzanares y Juan Ortega, El Payo firmó una de las mejores y más artísticas faenas de todo el serial. Y eso ya es mucho decir.
Ahora ya se sabe que siempre saldrá a torear a su aire, como los toreros de arte de los ochentas, a ver si otro toro le embiste con tanta clase y lo borda. Así que habrá que esperarlo sin reprocharle nada cuando salgan esos toros a "contraestilo", como decían los cronistas viejos, a los que antes los toreaba con mucho empeño y triunfaba con ellos, pero sin que aquello realmente le agradara. Eso fue lo que dijo.
Gilio encabezó a la "Cosecha del 22"
De los siete toreros de la "Cosecha del 22" el más destacado fue Arturo Gilio, que en la corrida del 27 de abril se enredó por la faja al toro "Madrileño" de Los Encinos, al que le tumbó dos orejas de ley tras una faena recia y valiente que vino a confirmar sus avances, apenas un año y medio tras haber recibido la alternativa en Lima.
Y si ya el año anterior había triunfado en esta feria, aunque quizá sin demasiada trascendencia, ahora el lagunero convenció a todo mundo por ese valor cargado de arrebato, y un rostro ausente de sonrisas, que asume con una absoluta seriedad lo que hace delante del toro. Ojalá que este brillante paso por Aguascalientes lo ponga a circular en otras plazas, ya que le sobra ambición para seguir escalando peldaños.
En esa misma corrida toreó Isaac Fonseca, que hacía su segundo paseíllo en la Monumental luego de haberse presentado aquí como matador en la Feria de Calaveras del mes de octubre de 2023. El moreliano se mostró igualmente decidido que otras tardes, pero más estructurado en su toreo, y cortó una oreja al toro "Oyepoco", pero no todos le reconocieron el verdadero mérito de esa faena.
En cualquier caso, también puntuó y dejó intacto su cartel.
Fue una verdadera pena que Diego San Román, que vino a dos corridas y mató cinco toros (uno de regalo, en su primera comparecencia) no hubiese conseguido demostrar en Aguascalientes el fulgurante paso que ha tenido en otras plazas. En esta ocasión, el queretano toreó dos corridas consecutivas, que tuvieron lugar el 25 y el 26 de abril. Lidió tres toros de Corlomé, uno con el que estuvo más cerca del triunfo por su consabida enjundia y tras una entonada faena, y de San Miguel de Mimiahuapam con lo que no pudo hacer nada.
Su espartano valor sólo le sirvió para recordar que le sobra, aunque a veces abusa de meterse muy rápido en las cercanías de toros que piden la media distancia. Independientemente de este asunto, que seguramente irá afinando conforme lo vaya asimilando, San Román seguirá su paso a ese lugar que tanto anhela llegar, gracias a su sólida vocación.
Héctor Gutiérrez reaparecía de la fuerte cornada sufrida el 18 de febrero en la Plaza México, y lo hizo el 28 de abril con dos toros de Begoña con los que estuvo muy firme, poniéndose en el sitio adecuado para sacarles provecho, más todavía al sexto del que debió haber cortado una oreja, pero lo pinchó, y ahora tendrá que seguir con su lucha personal para abrirse camino por sus propios medios, para lo que sin duda tiene bien curtido el carácter.
Miguel Aguilar estuvo valiente, decidido, y fácil en el manejo de la espada delante de los toros de Barralva que no le ayudaron para lucir en la corrida del 14 de abril, como sí había sucedido el año pasado, cuando enfrentó al bravo "Fortunato", de Corlomé, al que le hizo una de las mejores faenas de 2023, en ese caso culminada con un pinchazo de por medio que le cerró la Puerta Grande.
Juan Pedro Llaguno alternó con Antonio Ferrera y Angelino de Arriaga en la corrida de Santa Inés del 19 de abril que no dio opciones por su falta de fuerza, y el queretano lo quedó más remedio que mostrar su dinamismo y esas estupendas maneras de torero que le deberían de granjear más oportunidades en plazas de distintas jerarquías.
Alejandro Adame cerró la participación de los toreros de esta interesantísima camada de toreros, que recibieron la alternativa entre noviembre de 2021 y diciembre d 2022, en la corrida del 3 de mayo. El menor de los Adame enfrentó dos toros de Boquilla del Carmen con los que mostró claridad de ideas y entrega.
Con el primero estuvo tan aseado como frío, pero más tarde enmendó en el sexto, al que toreó con su habitual pellizco, mismo que conserva desde su época como novillero, y que lo hace distinguirse de sus hermanos. Lo malo fue que a ambos toros los mató de estocadas defectuosas, al primero de un horrible golletazo.
Orejas sueltas que no trascendieron
Otros toreros no terminaron de romper, aun habiendo cortados más de alguna oreja, aunque con protestas, como el caso de Joselito Adame, quien enfrentó una feria cuesta arriba y se vio obligado a regalar sendos toros para ver si conseguía dejar una imagen diferente a la ofrecida en su conjunto.
Paradójicamente, realizó una de las faenas más concisas y recias, la que hizo el 25 de abril a un toro exigente de Corlomé, lidiado como primero de su lote, con el que estuvo francamente bien, tanto por la colocación de la muleta como por el poderío desplegado para imponerse con mucha autoridad en series de excelente acabado.
En su primera comparecencia, que tuvo lugar el 20 de abril, el mayor de los Adame estuvo esforzado ante los tres toros de De la Mora que le tocó lidiar, incluido otro de obsequio. Sin embargo, luego no quiso ver al complicado sexto, optando mejor por abreviar ante un toro con el que hubiese sido muy interesante verlo aplicarse a fondo, y prefirió echar mano del recurso del ejemplar de regalo, del mismo hierro, al que le tumbó una oreja que un sector del público le protestó.
Leo Valadez llegaba de Sevilla con muchas granas de reencontrarse con su plaza y su gente, y en sus dos actuaciones estuvo igualmente esforzado, capaz, tratando de hacerle bien las cosas a los toros de San Miguel de Mimiahuapam y Bernaldo de Quirós que le tocaron en suerte en las corridas de los días 26 de abril y 4 de mayo, respectivamente. Pero sus fallos a espadas le hicieron perder más de algún trofeo que hubiese servido para reposicionar su ánimo de cara a la corrida de Madrid que toreó ayer, y donde dejó constancia de su entrega y las ganas de volver al sitio que ocupaba a comienzos de 2023.
Aunque el año pasado indultó al toro "Temerario" de Begoña, tras hacer una importante faena, Arturo Saldívar sólo consiguió contratarse una tarde, la del 28 de abril con toros de la misma divisa. De no haber pinchado al que abrió plaza hubiese tocado pelo, pues lo toreó muy bien, con empaque y depurada técnica, y luego ya no consiguió estar al mismo nivel, salvo por su afán de triunfo, con el segundo de su lote y uno toro melocotón de bastas hechuras.
Diego Silveti tuvo una tarde un tanto desconcertante, pues en la corrida del 5 de mayo hizo una primera faena sólida, bien estructurada, en la que acabó imponiéndose al comportamiento de un exigente toro de Villa Carmela al que cortó una merecida orejas tras una certera estocada al encuentro. Pero al manso lidiado en cuarto lugar le hizo un trasteo deshilvanado y sin planteamiento, que terminó de mala manera con la espada.
Tres rejoneadores nacionales
En el renglón de los rejoneadores, el novel Javier Funtantet, que abrió plaza el 25 de abril, tuvo una actuación muy interesante que se vio empañada por un golpe a unos de sus caballos y la mala suerte de haber descordado con el rejón de muerte al estupendo novillo de Peñalba que toreó con entrega.
Emiliano Gamero, persona y explosivo, tampoco remató a espadas una tarde en la que salió de la plaza con una oreja cuando debieron haber sido tres, en ese atractivo festejo de rejones del 1 de mayo, donde a Tarik Othón le ocurrió lo mismo con el primer toro de Fernando de la Mora, al que, de haber matado al primer viaje le hubiera tumbado una oreja de peso. De cualquier manera, ahí dejó patente su innegable proyección a corto plazo, en el año en que recibirá la alternativa.
Entregados, pero sin toros…
Varios toreros mexicanos pasaron de puntillas por el ciclo sanmarqueño sin suerte en los sorteos, más que nada, y ahí se agrupan los nombres de espadas como Uriel Moreno "El Zapata", Angelino de Arriaga o Ernesto Javier "Clalita", que de haber estado fino hubiese cortado una oreja a un toro de Pozohondo tras una entonada faena.
Otros como José María Macías o André Lagravere "El Galo", éstos dos con encomiable afán de triunfo, pero sin toros, y un José Miguel Arellano desconcertado, mientras que José María Hermosillo demostró un granítico valor y pisó terrenos muy comprometidos.
Por su parte, José María Pastor mostró un excelente concepto y buen oficio con capote, banderillas y espada (al segundo intento, porque si no hubiese cortado una oreja), en aquel festejo donde se disputó la Oreja de Oro que fue parar a manos de Sebastián Ibelles.
Quizá el año venidero valga la pena hacer un cartel en tercia y darles dos toros a los que más lo merezcan, porque así, la oportunidad es más apetecible y va más allá del engañoso doble propósito de sacar a flote los múltiples compromisos que existen, porque, eso sí, nadie quiere quedarse fuera de la famosa Feria de San Marcos.
Y si, finalmente, se organizan menos corridas que en 2024, que vengan a torear los toreros –figuras o no– que realmente se lo merezcan, y que se vaya dejando de lado ese talante paternalista que no lleva a ninguna parte. Que el toro, pues, y los triunfos conquistados, tengan la única palabra.