Banners
Banners

La emoción que aporta el toro serio...

Domingo, 28 Ene 2024    Mérida, Yuc.    Juan Álvarez | Corresponsal          
Román cortó la única oreja en el aniversario 95 de Mérida
Con una demostración de suficiencia, prestancia y torería, el diestro español Román Collado impuso condiciones en la corrida del 95 aniversario de la plaza Monumental de Mérida tras el corte de una oreja, tarde en la que la presencia de una corrida con toda la barba de la ganadería de Barralva enmarcó una celebración plagada de seriedad. De esas que le hacen bien a la fiesta.

Desde su anuncio con un cartel inédito y la presencia de los toros del encaste español de Atanasio Fernández, la corrida albergó esperanzas y los aficionados respondieron acudiendo vestidos de blanco en honor a la denominada "Corrida blanca", en busca de emociones, saldada al final con balance positivo tras un festejo interesante y lleno de matices por dónde se evalúe. 

El primero en el orden fue Juan Pablo Sánchez, que con el primero de la tarde anduvo entonado, dejando algunos apuntes con un toro noble. Hubo de aguantar el hidrocálido para meterlo en vereda, para una faena breve pero de buenos momentos sobre todo con la muleta en la mano derecha. Mató al segundo viaje pero el puntillero levantó al astado, por lo que terminó por escuchar un aviso.

Su segundo, un toro de feas hechuras y montado de pitones, poco se prestó para el lucimiento, por lo que el hidrocálido hubo de echar mano de recursos para andar adecuado, lidiando por la cara, por lo que poco hubo para contar en casa.

Arturo Saldívar la pasó mal con su primero, un toro de pinta berrendo que tenía mucha plaza, arrancando la ovación de los aficionados, pero que poco quiso en cuanto  le presentaron la muleta. Después de un par de extraños el diestro le hizo asco y abrevió su trasteo tirándose a matar en el tiempo corto, que al final se alargó al eternizarse con la espada, hasta optar por el descabello. Fuerte fue la rechifla que se  desgranó desde el tendido.

Con su segundo cambió lanzas por cañas. El astado que hizo cosas de manso de entrada, terminó por regalar buenas embestidas en el inicio del trasteo, luciendo en el toreo por derecha y sobremanera al natural, con la sarga en la izquierda poniendo a los aficionados de su lado. Un lástima que el toro se haya rajado.

Quién si lo vio claro desde que se abrió de capa fue Román. El diestro español hizo gala de aguante ante un toro distraído de inicio y que trajo a maltraer a la cuadrilla en el tercio de banderillas, al que terminó por meter en vereda. El toro tenía recorrido y transmisión, por lo que pronto se centró con su antagonista para una faena con estructura y de buen corte.

Toreó con regusto el valenciano con la sarga en la derecha con muletazos largos y de mano baja que le jalearon en los tendidos, dejando ver el buen momento por el que atraviesa. Se sintió torero el hispano hasta el último momento, dejando la estampa de su figura sentada en el estribo, aplaudiendo a su antagonista, esperando a que doblara, patas arriba. Una faena entendida, bien valorada, con el justo premio de una oreja, tras una estocada desprendida.

Con su segundo no fue menos. El castaño empujó y exigió al torero quien anduvo profesional y entregado. Alargando el brazo para gustarse en los muletazos, aunque al final el toro no rompiera a bueno en definitiva.

Decidido y con prestancia anduvo Jesús Enrique Colombo con su primero. El sustituto de su primero que se despitorró en un burladero, fue un toro que de inicio se acostaba, acusando peligro por el lado derecho. Anduvo muy enterado el venezolano que lo toreó a media altura de inicio hasta terminar por meterlo en la canasta. 

Buenos fueron los muletazos con la pañosa en la mano derecha ante un toro que terminó con recorrido para una faena estructurada que caló en las alturas. Ahí quedó para el recuerdo la estocada. Se fue como un cañón tras la espada, más el toro se amorcilló, hasta terminar por escuchar un aviso, pero también el reconocimiento popular.

Con el cierra plaza, volvió a desplegar su portento físico por lo que lo aclamaron tras lúcidas banderillas. Con la muleta el toro fue exigente, de bravura seca, parándose a medio viaje, por lo es que de agradecerse la disposición y entrega del venezolano que se mantuvo en la línea, sin que la faena cogiera vuelo en definitiva.

Ficha
Mérida, Yuc.- Plaza Monumental. Tercera corrida de la temporada, en ocasión del 95 aniversario de la plaza. Tres cuartos de entrada, en tarde de temperatura agradable, pero con algunas ráfagas de viento. Toros de Barralva, de encaste Atanasio Fernández (el 4o., sobrero sustituto de uno que se partió un pitón), de irreprochable presencia, de los que destacó el 3o. por su bravura. Pesos: 550; 545; 470; 460; 495; 470; 480 y kilos. Juan Pablo Sánchez (violeta y oro): Ovación tras aviso y palmas. Arturo Saldívar (azul turquesa y oro) Pitos y ovación. Román (espuma de mar y plata): Oreja y ovación. Jesús Enrique Colombo (verde olivo y oro): Ovación tras aviso y ovación tras dos avisos. Durante la lidia del 1o., el puntillero Humberto Barrón sufrió un fuerte palotazo en el pecho y fue atendido en la enfermería de la plaza, pendiente de un estudio radiológico. El puntillero sustituto fue el banderillero Daniel Cahuich, que pasó algunas fatigas realizando esta labor.


Comparte la noticia


Banners
Banners