El forcado Bruno Vogt falleció el viernes 7 de julio en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, tras enfrentar diversos padecimientos que en los últimos meses deterioraron su salud y, desafortunadamente, terminaron con una vida intensa y llena de experiencias, muchas de ellas vividas en los ruedos.

Bruno Vogt Iturbe nació el 13 de julio de 1967, en Ciudad Valles, San Luis Potosí, pero creció en Ciudad de México, quien, pasando por algunas escuelas, conoció aquella generación de forcados mexicanos, quienes en la década de los ochenta fue invitado a formar parte del grupo, decidiendo retirarse en la tradicional corrida de rejones en El Paseo "Fermín Rivera", de la que infortunadamente tuvo una lesión al ir como primer ayuda, con la fractura del codo derecho, en 1991.

Hombre apasionado de la Fiesta de los toros, del caballo, bonachón y dicharachero, conoció a mucha gente del ambiente, en el que también se hizo amigo de ella, lo que hizo que incursionara en otros rubros, como empresario taurino, que, en sociedad, se recuerda aquella corrida de aniversario de los Forcados Mexicanos en el Rancho del Charro de Constituyentes, de Ciudad de México, en la década de los noventa.

Posteriormente, la del aniversario del mismo grupo, en Tenango del Valle, Estado de México, y finalmente, el festival del décimo aniversario del grupo de Forcados Amadores de Hidalgo, en la monumental "Vicente Segura", de Pachuca.

Como apoderado, llevó los destinos de los rejoneadores Antonio Ortega, del hidalguense Julián Viveros, y eventualmente, el de la yucateca Maricela Helguera. Ya radicado en Pachuca, desde hacía 16 años, fue uno de los fundadores de los Amadores de Hidalgo, al que perteneció su hijo, del mismo nombre, y a quienes apoyó incondicionalmente y con mucho corazón.

Cuando se formó el grupo de Forcados Femenil de Hidalgo, hizo las veces en una época, de representante, que, por las condiciones ríspidas y complicadas de este ambiente, su cabo, necesitó de su ayuda, siendo con Bruno que hiciera historia, al pisar el ruedo de la Plaza México, en un festival de escuelas taurinas, 

en marzo de 2014.

Su hijo falleció hace dos años, lo que disminuyó el ánimo de Bruno, arrastrando además una tromboembolia pulmonar ocho años atrás, y ahora, que presentó diferentes complicaciones en distintos órganos, de algunos meses a la fecha, culminó desafortunadamente en un colapso general, que derivó en su lamentable muerte.

Le sobrevive su hija, Mónica Vogt Suárez, y su nieto, André. Sus restos serán velados en la funeraria Arriaga, de la capital hidalguense, con un homenaje este domingo en la plaza monumental de Pachuca y sepultado posteriormente en el cementerio municipal. Descanse en paz, tan singular personaje de la Fiesta de México.