La familia taurina despidió al matador Rafael Ortega, con dos días consecutivos de actividades en los que se tuvo de cuerpo presente al torero, se trató de una serie de eventos fúnebres que se llevaron a cabo este fin de semana entre las ciudades de Apizaco y Tlaxcala.

El itinerario inició con un homenaje en las instalaciones del congreso del estado, durante un acto que fue encabezado por Vladimir Sainos Flores, presidente de la mesa directiva, al se dieron cita diversos integrantes de la clase política y gubernamental de la entidad.

Horas más tarde, el sacerdote Ranulfo Rojas Bretón, ofició una misa en el ruedo de la plaza Jorge "El Ranchero" Aguilar, de Tlaxcala, se trató de una emotiva homilía a la que asistieron amigos, familiares y aficionados quienes despidieron al artista.

En Apizaco, el féretro fue llevado a la plaza "Wiliulfo González", recinto en su día construido por su señor padre, un espacio donde a pesar de la lluvia el público le ofrendó una vuelta al ruedo. Ya por la noche se ofició una misa en la Basílica de la Misericordia, a la asistieron un gran número de personas.

Ya por la maña del domingo en la misma Basílica, el sacerdote Antonio Manilla, ofició la eucaristía, en la que se recordaron pasajes de la vida personal y profesional de Ortega. Finalmente sus restos mortales fueron llevados a su domicilio en su rancho "Cristo Rey" para su eterno descanso.