Después de dos largas semanas, el novillero
Julián Garibay recibió hoy el alta hospitalaria y salió de la Clínica Asepeyo de Coslada, donde fue atendido de la grave cornada en el vientre sufrida en la plaza madrileña de Moralzarzal el domingo 25 de septiembre.
"Me siento bien y muy animado de dejar el hospital, donde me atendieron de maravilla y me hicieron estos días más fáciles de sobrellevar, sobre todo porque me encuentro tan lejos de mi casa de Guadalajara. El sábado pasado me quitaron los puntos y la herida va cicatrizando bien, así que pronto estaré de nuevo en activo, que es lo que más me motiva", comentó el torero tapatío a su salida de la clínica.
Ahora deberá permanecer varios días más en España, donde realizará la rehabilitación necesaria para recuperar el tono muscular el la zona afectada, y volver a retomar su entrenamiento físico habitual, pero de una manera moderada y gradual.
"Comenzaré con las terapias de rehabilitación el próximo jueves, y será de entre tres a cinco semanas de trabajo. Primero, empezaré con la movilización de la pierna y, posteriormente, con el estiramiento para dar fuerza al músculo y, finalmente, con la etapa final de fortalecimiento de toda la extremidad. Así que tendré que ser paciente", comentó.
Por ahora, seguir viviendo en el CITAR, donde ha compartido con otros novilleros de su edad, varios mexicanos y otros de distintas nacionalidades, y que en estos días han estado atentos a la evolución de su salud.
La intención de Julián Garibay es reaparecer el sábado 5 de noviembre en el cortijo "Campo Bravo", de San Juan del Río, donde la empresa Tauro Espectáculos organiza su segundo serial de novilladas de promoción.
"Espero estar listo para la novillada de San Juan del Río, pues el cartel es bonito y me hace ilusión torear ahí, pero lo veo un tanto complicado porque, la verdad, no sé si vaya a conseguir acortar los plazos de la recuperación. Tampoco quiero forzarlos, sino quedar al cien para poder reaparecer", comentó.