Lo que hoy sucedió es lo que un aficionado espera de una novillada. Entrega, valentía, y por qué no, expresiones de arte que van en camino a definir el sello de quien es capaz de tenerlo. Tanto los de Aguascalientes, Adame y Robledo, como el paisano Rubén Núñez hicieron los honores a sus inclusión en un cartel de la plaza "Nuevo Progreso". Tan es así que, dos de ellos (quienes cortaron oreja) Alejandro Adame y Núñez entraron al cartel de triunfadores del próximo domingo.
Si bien los ejemplares del hierro de Golondrinas, no fueron una explosión de virtudes, tampoco desarrollaron cosas feas. Eso sí, le exigió a los toreros, como suele suceder con lo que se lidia en esta plaza, las credenciales propias del oficio. De hecho, primero y sexto fueron aplaudidos al saltar al ruedo, y primero, tercero y cuarto, en el arrastre.
En términos generales, a los novillos de los señores Domínguez Escobar y Domínguez Holguín les faltó fortaleza. Al cuarto y al sexto, por ejemplo –los dos colorados– terminaron desfondados.
De Alejandro Adame podemos destacar su larga afarolada de hinojos, el quite ceñido por gaoneras. Cerró el trasteo con ceñidísimas bernadinas. Una entera caidita, otra entera y salida al tercio.
Con el cuarto, segundo de su lote, primer colorado del encierro, si bien fue débil de remos, a cambio tuvo al principio amplias embestidas, y con mucha lentitud. Había que tragar gordo. Adame lo hizo, a pesar que "Santa Cruz" no duró. Ejecutó un estocadón recibiendo que le valió un auricular.
Emiliano Robledo posee una expresión interesante. Recibió al golondrino de hinojos en el centro del ruedo, donde pesan en verdad –mucho más que largas en tablas, o a porta gayola frente a la puerta– al primero de su lote. Hubo de esperarlo mucho y requería de abrirlo. Como no lo hizo, reemplazó con entrega la falta de esa técnica. Mal con la espada. Palmas.
Cuando saltó el quinto de la tarde, segundo de su lote, Robledo iba de vacío (Adame le cortó una oreja al cuarto y Núñez otra al tercero) así que salió hecho un león. Por desgracia, "Caramba" vino a menos. A pesar de eso, Emiliano se metió entre los pitones para conseguir emocionar a la parroquia. Se llevó dos cogidas que asustaron a los aficionados. Escuchó una muy sentida y merecida ovación en el tercio.
Por su parte, Rubén Núñez cayó de pies ante sus paisanos. Tiene valor sereno –ese que aprecian los aficionados cabales– entrega, cabeza torera y expresión de calidad. Hay detalles a mejorar, pero está en el buen camino y rodeado de gente que puede bien orientarlo, taurinamente hablando.
Al primero de su lote, tercero de la tarde, le recibió con sabrosa verónicas (suerte que se le da bien). Un buen quite por chicuelinas con remate bordado al soltar una punta. Se colocó de hinojos al centro del ruedo. "Torre Vieja" era mirón, se ceñía, y prueba al torero que, dicho sea de paso, la pasó sin problemas.
Lo más destacado fue una serie con la izquierda comenzada con un cambio de mano para ligar los naturales ceñidos y templados, que remató con un afarolad ligado con el de pecho de aquí hasta allá. Abrochó la faena con ayudados por alto, rodilla en tierra, muy aplaudidos y estocada entera para cortar una oreja.
A "Infinito" –el cierra plaza– el otro colorado marmolillo, Rubén se metió en terrenos comprometidos y mostró su sólido valor. Cuando el novillo se desfondó aguantó el torero sin aspavientos ni poses de mal gusto. Dejó una entera que tardó en hacer efecto, y por eso perdió el corte de su segundo trofeo.
La empresa anuncia, para el cartel de triunfadores del próximo domingo 9 de octubre, siete novillos queretanos de Villar del Águila, para el rejoneador capitalino, José Funtanet. Y en la lidia ordinaria, a César Pacheco, de Zacatecas; el lagunero Eduardo Neyra; los tapatíos Jairo López y Rubén Núñez; de Aguascalientes, Alejandro Adame, así como el novillero colombiano Juan Dinastía. Todos cortaron una oreja en sus respectivas actuaciones, lo mismo que Julián Garibay, que sigue hospitalizado en España y no podrá venir. Así que pinta para una guerra sin cuartel.