La empresa de la Monumental Monterrey concluyó el segundo bloque de tres corridas, como lo viene haciendo desde mayo, y salvo los números que presente la propia empresa las tres primeras han sido las mejores en cuanto a lo artístico y, quizá también, en el número de asistentes en los tendidos.
La corrida de esta noche ha sido por mucho la de más jolgorio en el tendido y es que, aprovechando que la afición todavía trae el confeti y las serpentinas de las fiestas patrias, un buen mariachi amenizó el festejo, no con pasodobles, sino con música ranchera mexicana que puso a tono a la concurrencia.
Con "México lindo y querido", "La Bikina", "Gabino Barrera", "El Aventurero", sin faltar "El Corrido de Monterrey", como fondo musical a los olés, la plaza parecía a todas luces una noche de concierto en el graderío.
Y la verdad es que no nos disgustó escuchar nuestra música mexicana, al menos una vez en una corrida de toros por tratarse de una corrida temática. Ya antes del paseíllo había comenzado con una exhibición de pequeñas amazonas en el ruedo montando ocho caballos, y otros miembros charros ejecutando otras suertes. Obvio, se trata de hermanar en un solo espectáculo, al toro y al caballo. ¡Bien por la empresa!
La gente cantó con alegría, estuvo contenta, aplaudió y jaleó las faenas y eso, al final, es lo que más debe de gustarle a la empresa pues lo importante es que la gente acuda, haga ruido y comente con sus amistades al día siguiente lo bien que se la pasó anoche en la plaza.
Pero, siguiendo los cánones del periodismo para señalar las cosas con objetividad, tendríamos que decir que la de anoche ha sido la de menor calidad artística de las seis corridas de la temporada.
Y es que el punto de vista o la opinión de quien escribe puede o no gustar y hasta ha llegado a herir susceptibilidades, pero cuando este coincide con el de otros profesionales del periodismo de muchos años y de los propios profesionales del toreo, tenemos que pensar que el abultado triunfo de anoche de las cinco orejas cortadas, aclarando, concedidas por el juez de plaza a petición de los aficionados, y una vuelta al ruedo, dista mucho de reflejar la realidad de lo ocurrido en el ruedo.
Decía don Roberto Hernández Jr., cronista de futbol: "la experiencia hace la diferencia", pero ni toda la experiencia de El Zapata pudo contar con la suerte de Sergio Garza, sobre todo a la hora de matar donde el regio estuvo hecho un cañón para cortar las orejas a sus dos toros.
Al rejoneador Fauro Aloi le estrellaron su primer toro antes de banderillas y fue devuelto. Se corrió el turno y cumplió con el reseñado como segundo de su lote, que fue de la ganadería de Zacatepec, de salida muy distraído al que metió en redil a final de cuentas.
Y ante su segundo, sobrero de Puerta Grande, ofreció una mejor actuación, destacando una banderilla a una mano frente al burladero de matadores muy ajustada y una corta montando a "Duelo", justo frente a la división de sol y sobra que pasó por un estrecho margen entre toro y tablas.
Aloi merecía mejor suerte en su presentación ante los regios. Vi volver a los tendidos exclusivamente a gente que gusta del caballo y la de anoche no rompió para Fauro según lo esperado.
Y mire que, sin ser malinchista como muchos lo dirán, nuestro escalafón tiene enlistados a 102 matadores de toros por lo que quizá vaya siendo el momento que la empresa también dé varias, no solo una, oportunidades a toreros que no vienen a estas latitudes y merecen ser conocidos de manera recíproca, como Francisco Martínez, Diego Sánchez, Angelino de Arriaga, Fermín Espinosa IV, etcétera.
El toreo debe ser universal y no localista, probablemente por ahí ande alguno que resulte ser un imán de taquilla, o al menos, que ofrezca un repertorio más variado a lo ya conocido y guste por igual a puristas y porristas. Según observo, los puristas se alejan y los porristas son cada vez más.
Pero, de seguir los planes de la empresa como hasta ahora, al parecer vienen buenas noticias de ultramar en los próximos meses. Esperemos se confirmen…