Banners
Banners
altoromexico.com

Un público de bandera

Martes, 28 Jun 2022    Burgos, España    Juan Antonio de Labra | Foto: Tauroemoción          
Roca Rey y Rufo cortaron sendas orejas en su cita de Burgos
A diferencia de la corrida que el maestro Capea lidió en Guijuelo en su emotiva despedida del reciente 19 de junio, la de hoy no tuvo nada que ver ni en hechuras o juego aquí en Burgos, y por desgracia no embistió como se esperaba luego de haberle visto lidiar un encierro más parejo en comportamiento y con un par de toros de nota alta en esa corrida inolvidable.

Así que la apuesta de las figuras por el encaste Murube en el moderno Coliseum fue un fiasco, y ese público de dulce, dotado de un entusiasmo especial, con muchos jóvenes en los tendidos, merecía una mayor recompensa en este festejo de feria en la víspera del día grande de sus fiestas.

Si bien es cierto que la terna estuvo por encima del juego de los toros, que no tuvieron fondo de bravura, El Juli abrevió en dos faenas de mero trámite porque no había más qué hacer.

La primera ante un toro hondo, el de mayor tonelaje del encierro (555 kilos), que en la primera serie de la faena se lastimó una mano y no rindió lo que se esperaba, pues había apuntado nobleza, aunque poca raza, pues tendía a embestir por afuera, pero con buen estilo como para haberle hecho permitido plantearle una faena interesante.

Cuando comenzó a acudir a la muleta del madrileño con dificultad y sin ritmo, evidenciando la falta de apoyo en una de sus extremidades, ahí no había mucho por hacer y Julián lo despenó de pinchazo, estocada trasera y dos golpes de descabello para retirarse a la barrera en medio del estruendo que, en ese momento de la lidia suelen hacer las bandas del tendido opuesto al burladero de matadores.

Luego saltó a la arena un toro de agradable hechuras para Roca Rey, al que quizá afectó de más la vuelta de campana que se dio a la salida del puyazo. Y llegó a la muleta del peruano diezmado de fuerza, pues acudía rebrincado y en pocos minutos se quedó parado. A pesar de ello, Andrés hizo alarde de valor en una faena recia, metido entre los pitones, en un gesto que el público agradeció con sus palmas y esa gran disposición con un torero que hoy día llama mucho la atención de los públicos nuevos y eso es algo muy importante que no hay que perder de vista.

El tercero era "un zapatito" cuyo trapío desmerecía para una plaza de esta categoría. Y de salida se movió con soltura en el capote de Tomás Rufo, que ejecuta una verónica de amplios vuelos y buen trazo. Ya en la muleta, el toro del hierro de Carmen Lorenzo fue muy deslucido y comenzó a distraerse de continuo. 

Pero esta condición no importó al toledano, que se afanó en hacerle fiestas ante el aliento de un público comprometido y deseoso de ver triunfar a uno de los toreros revelación del momento. A la hora de matar aprovechó una última arrancada del toro para dejar una estocada casi entera, de defectuosa colocación, que le impidió cortar la oreja que la gente le pidió con fuerza.

El cuarto fue el toro de mejor trapío de los seis, pues estaba bien armado por delante y tenía unas hechuras armoniosas, clavadas en el tipo del toro de Urquijo de otro tiempo, aquel que dio fama y gloria durante tantas décadas a un encaste que hoy día se lidia mayoritariamente en corridas de rejones por su buen tranco. Pero quedó visto que, para de este encaste para el rigor de la lidia a pie, se requiere que los toros proyecten una mayor emoción para que los toreros vibren a un nivel más alto y aquello llegue más al tendido.

El Juli estuvo dispuesto en el inicio de una faena que prometía más, hasta que, al probar al toro por el pitón izquierdo, éste se paró muy pronto y arruinó el buen augurio del comienzo de su lidia. Otra vez Julián no estuvo fino con la espada, quizá producto del desánimo que estaba experimentando, y luego de haber presenciado, en persona, la corrida de Guijuelo. Al terminar su labor pasó inadvertido, y a eso, seguramente, no venía.

Visto que la tarde no levantaba el vuelo, Roca Rey salió animoso a torear de capote al quinto, que de salida tuvo un punto más de transmisión que varios de sus hermanos. Sin embargo, eso fue un espejismo en la muleta, a la que llegó sin ritmó y protestando a pesar de que el torero peruano, motivado por la entrega incondicional del público, buscó taparle la cara y ver si lo obligaba a tirar hacia adelante en un trasteo desigual por la ausencia de celo del toro.

El sexto fue el de mejores prestaciones para el triunfo, aunque sin ningún tipo de excelsitud. Tomás Rufo buscó en todo momento sobreponerse, y por ahí dejó otra vez algunos destellos de su facilidad para torear con el capote y una media verónica con sabor. Luego vendría una faena de menos a más, con unas series de naturales de buen acabado que representaron la parte medular de un trasteo que la gente recibió con sumo agrado. Una media estocada delanterilla, de efectos rápidos, le valió para cortar la otra oreja concedida a lo largo de un festejo del que se esperaba más.

Al final se agradece que las figuras se apunten a otros encastes (Morante va a matar otra corrida de este hierro, precisamente en la feria de Guijuelo del mes de octubre), pero bien dicen que el camino al cielo está hecho de buenas intenciones. Lo malo fue que los toros fallaron y no hubo muchas opciones de satisfacer de mejor manera a un público de bandera que hoy, lamentablemente, tuvo que conformarse con poco.

Ficha
Burgos, España.- Feria de San Pedro y San Pablo. Tercera corrida de feria. Casi lleno en tarde agradable. Toros de Carmen Lorenzo (de encaste Murube), desiguales en presentación y volumen, de poco juego en general por su falta de transmisión, salvo el 6o., fue manejable. Pesos: 555, 475, 460, 490, 520 y 550 kilos. Julián López "El Juli" (azul azafata y oro): Silencio y palmas. Andrés Roca Rey (mercurio y oro): Oreja y palmas. Tomás Rufo (azul azafata y oro): Ovación tras petición y oreja. Incidencias: Destacó en banderillas David Sánchez, que saludó una ovación en el 3o. Y en la brega Javier Ambel, que lidió con eficacia y buena colocación al 5o. Al finalizar el paseíllo se entregó el trofeo al toro más bravo de la feria de 2021 a la ganadería de Torrealta. 


Comparte la noticia


Banners