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Joselito triunfa y divide en "Aguas"

Sábado, 07 May 2022    AGS, Ags    Felipe Aceves | Foto: Landín-Miranda           
Luego de una enrazada actuación delante de su segundo astado
De no haber sido por el celo, la responsabilidad que asume una figura del toreo y la pasión que impone a sus actos –hablo de Joselito Adame– quien al margen de gustos y paladares, hoy demostró, de nuevo, que es el capitán general de la nueva generación.

Las mejores entradas de la Feria Nacional de San Marcos en éste resucitado 2022 fueron bajo el influjo de su nombre en los carteles. Pero no conforme con eso, además se convierte en el triunfador numérico, con seis orejas en un par de comparecencias, del serial más importante de América.

Sus alternantes, el balear Antonio Ferrera y el paisano capitalino, José Mauricio intentaron todo lo habido y por haber para agradar a un público que hizo una gran entrada, de más de tres cuartos del aforo.

Por desgracia, quienes tuvieron el santo de espaldas fueron los señores Martínez Vértiz, quienes presentaron un encierro, aunque variado en romana acusaron una buena crianza, mostraron una desesperante debilidad. Todo mundo, como también ellos –estoy seguro– le teníamos harta fe a sus toros.

El sexto de la tarde, salinero de nombre "Cabal", no honró su nombre, puesto que si bien mostró un juego en los capotes que despertó la esperanza aletargada y ya cercana al enojo de la afición terminó por seguir las huellas de los cinco hermanos que le antecedieron.

Pero Adame no se conformó. Bien podía refugiarse en el pobre juego del de La Estancia, que tal vez la plaza lo hubiera comprendido; pero no fue así. Recibió el toro con una larga afarolada, para continuar por verónicas de compás abierto, chicuelinas ceñidas, gaoneras y un remate pinturero en la boca de riego.

Luego de un puyazo breve, el público exigió con rotundidad que cubriera el tercio segundo. Cogió los palos y convidó a Antonio Ferrera, quien declinó la invitación.

Fueron tres cuarteos alternando los lados, para en el último par colocar su mano izquierda en el testuz y aguantar el tirón del de La Estancia, hasta dejarlo parado en el centro del ruedo. La plaza, ya hervía, por supuesto, coreando el grito de ¡torero, torero!

Para el tercio de muerte "Cabal" se fue abajo. No así el de Aguascalientes. Se apretó los machos, citó al burel de hinojos en el centro del ruedo, para metido entre los astifinos pitacos construir una faena, que no se veía por ninguna parte, y que a pesar de todo fue llena de matices y desplantes de rodillas, pero adecuados, oportunos para el momento. Claro que las circunstancia no propiciaban una faena lucida, u ortodoxa, pero sí muy entregada, que fue lo que hizo Adame.

La plaza entera reventaba pero la estocada hizo estallar los tendidos. La mayoría exigió las dos merecidas oreja, si consideramos las condiciones del toro… y ahí fue –qué curioso– cuando aparecieron los detractores que son privativos de las figuras del toreo.

Antonio Ferrera –quien sustituyó a su paisano, Emilio de Justo– hoy bailó con la más fea del cotarro. Su gran empeño chocó con un par de ejemplares de piedra. Eso sí, tuvo una brevedad que en verdad se agradece. A nadie gusta ver empeños infructuosos, ante un marmolillo.

El capitalino, José Mauricio, el torero que representa en este momento, la mejor interpretación del torero "a la mexicana" puso el mejor de sus empeños ante los dos enemigos que le correspondieron. Incluso el segundo de su lote, al comenzar el tercio de muerte, se partió desde la cepa, el pitón izquierdo. Obligaba un toro de regalo.

La primera reserva fue del hierro de Bernaldo de Quirós, un cárdeno muy astifino, con 490 kilos de romana. Lo quitó por ceñidas gaoneras y, a pesar que era difícil captar la atención del público, luego del estallido provocado por Adame, José Mauricio, con base en una bien construida faena consiguió conectar con el respetable, quien gozó de lo lindo con su toreo natural, exento de espejitos y cascabeles. Desgraciadamente, sus fallos con el acero, le impidieron cortar al menos un apéndice.

Destaco el toreo por la cara, de pitón a pitón, con una rodilla en tierra, que emocionó a la parroquia y le granjeó sonoras ovaciones. Al final, lo despidieron con mucho cariño.
Total, que los aficionados quedaron contentos, y reunidos en corrillos en los tendidos, con chavales enfrentados al toro del viento en el ruedo, les costó abandonar la plaza.


Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Decimosegunda corrida de feria. Casi lleno, en tarde calurosa, con intermitentes ráfagas de viento. Toros de La Estancia, desiguales en hechuras y pesos, de poco juego en general, y uno de Bernaldo de Quirós (7o., como regalo), manejable. Pesos: 574, 472, 550, 475, 500, 504 y 490 kilos. Antonio Ferrera, que sustituía a Emilio de Justo (grana y oro): Silencio en su lote. José Mauricio (marfil y oro): Palmas, silencio y ovación en el de regalo. Joselito Adame (rosa mexicano y oro): Palmas y dos orejas con división. Incidencias: El 5o. se partió el pitón izquierdo cuando tocaron a muerte. Destacaron en varas Alfredo Ruiz "El Miura", que picó bien al 4o., y Erick Morales, que hizo lo propio con el 5o. Al finalizar el pasillo se entregó un reconocimiento al veterinario Gerardo Segura, por sus 25 años en este cargo como veterinario de la plaza monumental.


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