Alejandro Adame firmó un importante triunfo de dos orejas en Olivenza, donde hoy arrancó su temporada española, y compartió la salida a hombros con la novillera debutante Raquel Martín, que también cosechó dos trofeos, mientras que Lalo de María se fue de vacío.

Con cuajo y kilos, acapachado, era un toro el novillo que abrió plaza, al que Alejandro Adame fue ganando terreno hacia los medios. Verónicas de manos bajas, mecidas y acompasadas. Brava la embestida, quería comerse el capote por abajo. Quite por tafalleras y saltillera, con una hermosa larga. Muy puesto este joven torero, muy mexicano en el manejo del capote.

Pases de tanteo en el comienzo de faena, llevando al de El Freixo hacia delante. Pronto en el tercio, en redondo con la diestra, algún muletazo despacito, abarcando una embestida enclasada. Cruzadito en el cite, serie de cinco con la derecha, muleta puesta y ligazón. Al natural, con las mismas premisas. Una faena redonda, despaciosa y de acusada limpieza, con toques cuando al buen novillo le costaba desplazarse. Novillero muy puesto, que hace un toreo de raíz clásica y de buen gusto, faena medida ante un novillo bravo y enclasado, que tuvo una muerte lenta, precisamente de bravo. Muy frio el público, no pidió una oreja más que merecida. Saludos.

Tambien acapachado el segundo. No tenía la clase de su hermano en el capote de Lalo de María, joven torero francés que maneja el capote con despaciosidad. Inicio de faena, pedía mucha suavidad el novillo, que, a lo largo del trasteo, perdió varias veces las manos. Faena que fue discurriendo en un tono medio, mejor cuando al natural evitaba los toques y enganchaba al novillo con suavidad. En corto al final y premioso con la espada. Silencio.

Otro torito el tercero, de bonitas hechuras, al que recibió Raquel Martín soltando los brazos y embarcandóle en el capote. La volteó el animal, se acostaba por el pitón derecho, valiente Raquel, que volvió a la cara. 

Comienzo de faena llevando al animal hacia delante, rodilla genuflexa, sin cortarle el viaje. En redondo y a los acordes del pasodoble "Gallito", muletazos de uno en uno, tirando de un animal reservón, pues tenía media embestida. Asentada la novillera, no era fácil el novillo, un punto incierto. Gran estocada de Raquel, dobló sin puntilla el novillo. Dos orejas.

Con cuajo el cuarto, castaño, agradable por delante, al que recibió Alejandro Adame a porta gayola. Novillo muy incierto en sus embestidas, un punto descompuestas pero con el que se centró Adame en verónicas bien tiradas, mecido con el animal. Espectacular el quite por zapopinas, muchos pies del novillo.

De rodillas en el tercio comenzó el mexicano, su trasteo, lo llevaba hacia delante, áspero el novillo, que embestía con celo. No le volvía la cara el novillero, asentado, le corría la mano con temple en series muy largas. Faena larga, insistiendo por el pitón izquierdo, el mejor. Manoletinas finales. Lo cuadró casi en los medios y despachó al burel de una estocada recibiendo. Dejó Adame un buen poso, de novillero muy cuajado.