Porque no sólo fue le mismo color de vestido –el único que por ahora tiene para plaza grande–, sino el triunfo lo que repitió Diego Sánchez hoy en la Plaza México, donde aprovechó su buena suerte y no dejó escapar la oreja del cuarto de la tarde, un toro de Barralva que le permitió andar a gusto.
Y es que venía motivado tras su triunfo del 12 de febrero, y su intención era seguir abriéndose camino, por eso buscó estar fresco toda la tarde, despejado de mente, y muy torero, en distintos pasajes, para mantenerse en el ánimo del público y de la empresa, que le brindó esta nueva oportunidad ganada a ley con aquel toro de Rancho Seco llamado "Cacho", al que le tumbó dos apéndices.
De los dos toros que toreó, el primero, de encaste Saltillo-San Mateo, tuvo nobleza y calidad, pero duró poco. No obstante, Diego lo entendió en una faena bien estructurada y con un par de series de buenos naturales, que constituyeron la parte más artística de un festejo que, por momentos, resultó tedioso debido al pobre juego de los toros.
La gente recibió con agrado al menor de la dinastía de los Sánchez, y tal como ocurrió la vez anterior, lo estuvo alentando en todo momento al ver su disposición y buenas maneras en ese primer trasteo que le granjeó el corte de un apéndice.
El último toro de la larga función era hondo y pesaba mucho (dio 606 kilos en la báscula), se movió con cierta flojedad pero con docilidad, y eso le permitió a Diego volver a demostrar su capacidad en otra faena de menor calado de cara al público, pero que también mantuvo el interés y que, lamentablemente, remató de un horrible metisaca que dejó fuera de combate al de Barralva.
Arturo Macías y Fermín Rivera pecharon con dos lotes para el olvido, y ni los toros de encaste mexicano, ni los de encaste Atanasio Fernández, les permitieron sino mostrar su buena disposición de agradar en una tarde que les dejó la amargura de no poder mostrarse en la plaza capitalina.
El inicio de faena al quinto fue prometedor, pues el de Barralva se arrancó de largo a la muleta de Macías, que lo citó de largo, en los medios, para darle un par de péndulos ligados en el mismo sitio. Pero aquello tan sólo fue un espejismo y el toro no duró nada.
La faena a su primero fue cabalmente entendida por la gente, y aunque el ejemplar corrido en segundo lugar era débil, por lo menos dejó a Arturo colocarse cerca de los pitones para hacer una faena de recursos que resultó más que digna, pero a la que faltó mayor emoción, esa el toro nunca aportó.
A Fermín Rivera todavía le fue peor que al primer espada de la tarde, pues pechó con un lote infumable, compuesto por un primer toro que miraba mucho y venía andando, y otro parado que topaba de continuo. Al sobrino del gran Curro Rivera no lo quedó más remedio que solventar la papeleta de la mejor manera posible, y a otra cosa.
Abrió plaza el rejoneador amador (sin alternativa) Paco Velásquez, que demostró su clasicismo, tanto en la doma como en su pausada forma de torear, delante de un toro de la divisa de Zacatepec, de encaste Murube, que fue noble pero que carecía de transmisión.
A base de esfuerzo, y dejando entrever un buen concepto del toreo, el matador de toros lusitano, que sí tiene la alternativa a pie, misma que le dio aquí en México Alejandro Amaya, su amigo y mentor, dejó sensaciones buenas por sus procedimientos, en los que no dejó intervenir a los auxiliadores y clavo varias banderillas dando el pecho de sus caballos.
Cuando quizá tenía ganada una oreja, mató al segundo viaje y luego estuvo ineficaz con la espada de cruceta, emborronando una actuación que no merecía terminar con las opiniones divididas, cuando saludó una ovación invitado por el forcado Carlos Tirado, que había hecho una valiente pega al segundo intento.
Con este festejo concluyó la llamada "Feria de Aniversario" y existe la posibilidad de que la plaza vuelva a abrir sus puertas en el mes de abril, aprovechando este cambio de formato con el que la empresa ha estado experimentando, así como las bondades de un clima que, como hoy, pinta que será espléndido en las próximas semanas, una vez que comience la primavera.