Curro Díaz corta una oreja en "Cinco Villas"
Gran ambiente se vivó en el décimo aniversario de la plaza
Con un gran ambiente se celebró esta tarde la corrida de lujo por el décimo aniversario de la plaza de toros "Cinco Villas", en la que se lidió un encierro bien presentado, pero desigual en juego, de la ganadería de José María Arturo Huerta y en la que destacó el diestro andaluz Curro Díaz, quien cortó la única oreja de la tarde.
Díaz tuvo un feliz reencuentro con la afición mexiquense en donde ya otras tardes ha tenido tardes de triunfo, al lograr realizar una faena con calidad y temple ante el segundo de la tarde "Visionario", un toro con transmisión que acudía muy humillado y empleándose franco a la muleta que tenía enfrente.
Los cites en corto, echándole la muleta abajo, jalaron como con hilos al astado de Pepe Huerta en derechazos profundos que motivaron los olés del respetable, haciendo sentirse a gusto al español en los trazos. Mató al primer viaje de estocada casi entera, un tanto delantera y desprendida pero que fue suficiente para que el juez Luis Gallardo le premiara con la oreja.
El segundo de su lote no resultó ser un "Algodón de Azúcar" como era su nombre, fue otro toro violento que no garantizaba la faena. Pronto tomó el estoque y lo pasaportó de más de media ración de acero. Escuchó palmas.
El potosino Fermín Rivera quien llegó precedido de buenas actuaciones en fecha reciente por distintos cosos de la república, logró entusiasmar los tendidos al lancear suavemente a la verónica al primero de su lote, "Coqueto", que pesó la media tonelada y que prometía buenas cosas guardadas para el engaño.
Así comenzó con vistosos doblones del tercio a los medios, para luego ejecutar una primera tanda de derechazos en el centro del ruedo que fueron de pintura tras el remate.
Rivera se sintió bien al torear por ese lado en dos tandas siguientes, pero al intentar por naturales el toro no fue claro y declinó continuar la faena por ese lado. Cuando ya tenía la oreja ganada, se puso pesado al oficiar con la espada y escuchó un aviso, pero fue llamado a saludar en el tercio por el público que agradeció su labor.
El séptimo del festejo resultó ser otro buen toro con el cual Fermín se acomodó desde que se abrió de capa, al dibujar bellos lances a la verónica. Y nuevamente como en su primero, cuajó otra gran faena que emocionó al público que con entusiasmo jaleó los muletazos. Fue otra faena corta, pero sustanciosa en calidad y temple por ambas manos.
Para su mala fortuna otra vez falló con el acero y perdió los trofeos, retirándose no sin antes escuchar un aviso. El público le tributó una cerrada ovación en el tercio.
El cuarto espada en el cartel, Arturo Saldívar, no se quiso quedar atrás y también con entusiasmo. Su primer enemigo, "Pinta Sueños" era toro de los que se dicen comúnmente en el argot taurino "con plaza", de bonitas hechuras y bella lámina berrendo en cárdeno, que tuvo clase, pero ciertamente pocas embestidas.
El hidrocálido bien plantado en la arena se dio gusto en suaves y mecidas verónicas de recibo, antes de llevarlo al piquero, para luego ajustarse en el quite por soberbias chicuelinas. Con la franela Saldívar instrumentó una labor muy acompasada con suaves y pausados muletazos, destacando los derechazos con mucha profundidad y temple. Mató de estocada entera pero desprendida y perpendicular.
El toro que cerró plaza tampoco fue un dechado de virtudes, por lo que Arturo estuvo ahí, entregado y decidido, en una labor aseada. El toro parecía tener un problema en la mano derecha lo que evitaba que se empleara en los muletazos. mató al segundo viaje y escuchó aplausos.
El primer espada Juan Serrano "Finito de Córdoba" llegó con la ilusión de poder expresar su toreo clásico al coso mexiquense, pero esta vez no hubo suerte en el sorteo al tocarle lo menos propicio para su lucimiento.
En su primero pudo dar algunos buenos lances a la verónica por pitón izquierdo, pero con la franela era tardo y agarrado al piso lo que impidió que el torero cordobés pudiera acomodarse en los muletazos, en los que además al citarlo por naturales le punteaba el engaño. Mató de tres cuartos de acero un tanto traserillo que fue suficiente. El público correspondió su entrega al llamarlo a saludar en el tercio.
El segundo de su lote fue peligroso y de embestidas violentas. Recibió un puyazo que no fue suficiente y puso en apuros a los banderilleros. Al tomar la muleta el toro le arrolló y cayó en la cara, pero un capotazo providencial le salvó de la cornada. Era claro que el ejemplar no se prestaría para un solo muletazo, por lo que Finito se deshizo de el con una estocada lagartijera, escuchando el primer aviso antes del primer viaje.
Ficha
Santiago Cuautlalpan, Méx.- Plaza "Cinco Villas". Décimo aniversario de la inauguración de este coso. Tres cuartos de entrada en tarde soleada y cálida. Toros de José María Arturo Huerta, bien presentados, parejos de hechuras, de juego variado, de los que destacó el 2o. por su transmisión y el 7o. por su bravura. El 5o. fue muy complicado. Pesos: 530, 500, 500, 480, 475, 475, 540 y 525 kilos. Juan Serrano "Finito de Córdoba" (obispo y oro): Ovación tras aviso y silencio tras dos avisos. Curro Díaz (azul turquesa y oro): Oreja y silencio. Fermín Rivera (obispo y oro): Ovación tras aviso y ovación tras aviso. Arturo Saldívar (lila y oro): Palmas en su lote. Incidencias: Los banderilleros José Luis Castañeda y Cristian Sánchez saludaron en el tercio luego de parear a los corridos en segundo y sexto sitio, respectivamente. El picador Juan Carlos Paz, también fue ovacionado en el que cerró plaza. Antes de comenzar el paseíllo, el empresario Luis Marco Sirvent, en compañía de los toreros, y del maestro Vicente Ruiz "El Soro", develó una placa en el patio de cuadrillas en recuerdo del primer festejo organizado en este escenario.
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