Entretenida resultó la corrida de toros celebrada esta tarde en Cadereyta, donde la terna logró salir a hombros tras desorejar a sus enemigos de la ganadería de
Boquilla del Carmen, que salieron muy agarrados a la arena, con excepción del sexto que tuvo un poco más de movilidad y se prestó para el lucimiento.
Pero que mejor ocasión para traer a la memoria ese viejo y conocido refrán: "Uno pone, Dios dispone y … llega el toro y todo lo descompone".
Vayamos por partes. Con esta corrida debutó en esta plaza la empresa Feria Toro, de José Luis Alatorre, que viene con la idea de presentar festejos de calidad y que resulten atractivos para la afición, tomando en cuenta todo lo que encierra montar una corrida de toros como sucedió con la rueda de prensa que ofrecieron quince días antes con la presencia de los propios matadores.
La afición respondió en buen número a la plaza, a pesar de que 15 minutos antes los tendidos parecían desolados. Quizá la hora anunciada de las 16:00 horas tomó un poco por sorpresa a la afición, acostumbrada a los horarios anteriores de comenzar dos horas después. Finalmente, los tendidos se poblaron y el festejo comenzó 15 minutos después de la hora mágica.
El clima también favoreció, ya que el día anterior las temperaturas habían descendido y hasta algún presagio de lluvia rondaba en el ambiente. El domingo el sol salió resplandeciente y por la tarde unos 21 grados centígrados fueron ideales para disfrutar el festejo.
Pero… el toro esta ocasión dejó mucho que desear y es que el encierro de Boquilla del Carmen, aunque muy bien presentado que se lidió en Cadereyta, todos con excepción del cierra plaza, fueron tardos para embestir a los engaños que les presentaban los toreros.
Ya desde el primero que correspondió al rejoneador lusitano Paco Velásquez, que sustituyó a Fauro Aloi, el toro dio muestras de no querer colaborar, desatendiéndose además de que había un binomio en la arena. Paco, quien es matador de toros con alternativa, decidió un buen día ampliar el campo y como otros tantos, ahora ejerce como novillero o “amador” la faceta de rejoneador.
La amistad que por años lleva con Diego Ventura le ha permitido tener entre su cuadra a varios de los caballos con el hierro del afamado luso-hispano, bien entrenados y que, ante toros como los que enfrentó en Cadereyta, ayudan a que el mismo toro se destrabe de la arena y acometa a los corceles y al llamado a voces del rejoneador.
En resumen, Paco tuvo una buena presentación, dejó un buen ambiente y sobre todo proyectó una imagen juvenil que a sus 30 años hace pensar que el semillero de toreros viene empujando fuerte, cuando en la misma rama están el propio Aloi, Tarik Othón y los hermanos Funtanet, entre otros.
Con Paco se presentaron también un segundo grupo de los Forcados Amadores de México, otro grupo participó en la Plaza México, teniendo una buena actuación en las pegas que ejecutaron.
En la lidia a pie, Ernesto Javier "Calita" puso todo su empeño por hacer que sus toros embistieran con prontitud y cuando por fin consiguió meterlos en el engaño, hubo momentos de lucimiento en tandas cortas por pitón derecho, rematadas con el de pecho. La segunda fue una copia de la primera, bien estructurada y aseada desde que se abrió de capa hasta que coronó la suerte suprema con otro fulminante estoconazo. De estos obtuvo una oreja en cada toro.
Sergio Flores fue otra de las caras nuevas en esta plaza y eso, sin duda, también se le agradece a la empresa que espera con ilusión ver actuar a los toreros del momento que están tirando del carro.
El tlaxcalteca, quien el viernes por la noche actuó en Puebla y el sábado, tan pronto llegó se fue directo del aeropuerto norteño a tentar en la ganadería de Golondrinas, dejó muestras de su buen oficio y quehacer en el ruedo. A los dos les dio su tiempo y pudo arrancarle las embestidas a base de porfiar y ponerles de frente el engaño bien planchado. Del primero perdió la oreja por intentar matar recibiendo, hasta escuchar un aviso, mientras que a su segundo que se dejó meter mano con más claridad y le cuajó una faena vistosa, lo mató de gran estocada para cortar las dos orejas.
Aunque ya habían debutado en el biombo en el festejo novilleril del día 20, la terna integrada por el nuevo juez de plaza Sergio de León "El Cade", auxiliado por su cambiador de suertes Hernán Ondarza y como asesor David "Vito" Cavazos, se estrenó en corrida de toros.
A diferencia del anterior juez, El Cade trae un auténtico reloj suizo, pues marca los tiempos de faena con extremada exactitud, incluso podríamos pensar que hasta se adelanta un poco a los avisos. En cuanto a la concesión de trofeos no se anda con rodeos, sabe que la primera oreja la concede el público y no tarda mucho en sacar el pañuelo, aunque sí sería preciso hacerla un poco de emoción y tardarse en sacar el segundo, ya que aquí el reloj no debe ser tan necesario.
Al final la terna salió a hombros y la afición quedó contenta. Así que la Cadereyta taurina avanza.