Saldívar se reencuentra con Guadalajara
Cortó dos orejas a un sobrero de la ganadería de De La Mora
¿Cuánto deseaba un triunfo Arturo Saldívar en la "Nuevo Progreso" de Guadalajara? ¿Cuánto esperaban los aficionados tapatíos el triunfo así, de un torero a quien arroparon fuerte en su etapa de novillero y que aquí tomó la alternativa? Hoy fue, por fin, ese día.
La tarde había resbalado, poco a poco, al barranco del tedio. Como gota que derramaba el vaso saltó el cierra plaza a la arena, el segundo colorado de un encierro de La Antigua que, a pesar de tener buenas condiciones fue el colmo de la debilidad. Claro, en mucha menor medida había sido la tónica de un encierro –sin estridencias– bien presentado.
Es justo mencionar que, el primero de la casa y de la lidia ordinaria fue el prototipo de la embestida del toro mexicano: bravo, noble, humillado, amplio de recorrido y con ese son ("gateo", le llamó el hispano Talavante) que hace estallar los interminables olés que tanto nos gustan. Le correspondió a Arturo Macías, quien de no haber errado en la suerte suprema habría guardado trofeos en la espuerta.
Total que regresaron a corrales al pupilo de Jorge De Haro y saltó en su lugar un toro negro zanconcillo, de la dehesa de De La Mora. Toro con calidad, pero que no igualó aquel de líneas arriba de La Antigua. Saldívar, acicateado por el impacto y buen sabor de boca que su paisano Macías dejó en los tendidos reaccionó con mucha pasión.
Dos ingredientes fundamentales tuvo la faena: entrega a tope y buen toreo. De salida se estrenó con "Esperado regreso" (premonitorio el feíto nombre) en lances fundamentales con ritmo y temple. Con la muleta vino la entrega en un par de ajustados cambios por la espalda; uno con la izquierda iniciado con la muleta plegada y el otro con la diestra. Así arrancó el que se convertiría pronto en un fino trasteo.
Sentado en los riñones, relajado, y acompasada la cintura con el brazo que llevaba con temple un recorrido que no era precisamente amplio, aunque sí obedecía la muleta baja, a pesar que la humillación no era de aquellas que digamos. El toro pasaba despacio; pero Saldívar se acopló a ese ritmo y fuerte que sonaban los olés que nos habíamos guardado ¡Por supuesto que hubo motivo para muchos!
Pero teníamos aún más. Cuando el morito se sintió podido… cantó la gallina. El torero no dudó un ápice y fue a meterse al tercio de tablas. Ahí terminó de cuajarse la bien construida faena. Más buenos y jaleados pases por derecha y por izquierda. El broche de oro fueron manoletinas ajustadas por ambos lados “moviendo” el viaje del toro y una estocada entera que hizo rodar espectacularmente al astado.
Atinadamente, el juez Alfredo Sahagún concedió una oreja, pero la parroquia exigió el segundo trofeo que significaba (ahora se estila así) salir a hombros ¡Cuántas veces vi salir a espadas en volandas, sin haber cortado apéndice alguno! Por cierto, ahora pretende la policía no dejar entrar al ruedo a los aficionados. "Cosas veredes mio Cid". En fin, los tiempos cambian.
Arturo Macías se llevó en el sorteo el toro de la tarde. Vaya si lo disfrutó y contagió al público asistente. Bueno, muy bueno por el derecho y mejor aún por el izquierdo. Vi de nuevo la faceta del toreo asentado y de buen gusto que encontró Macías quien, como les digo, bien que gozó un toreo largo y templado con "Catador". No faltaron los detalles, oportunos –estos sí– que le caracterizan y que el público espera. Lástima de dos fallos con los aceros, uno con la toledana y el otro con la corta. Lo acompañaron las palmas al callejón.
Con el segundo de su lote, un toro falto de fuerza, pero con el que se entregó aún más. Acortó los terrenos, atrasó la muleta, tragó gordo, pero tuvo a la plaza en un hilo. Manoletinas ajustadísimas, tres por alto con una rodilla en tierra, y… a pinchar de nuevo. Caray, un buen triunfo que se quedó en el tintero.
Cómo luce el atuendo de Emiliano Gamero. Decía mi abuela "Ah que mi rey tan pantera, cuando lo visten de charro": sombrero antiguo, montura charra y una ilusión de triunfo que no le cabía en el cuerpo. Buscó el triunfo aquí, allá y acullá. Era claro, pues al primero de su lote, un toro precioso de hechuras, lo pasó con sólo un rejón de castigo y por decisión propia aguantó cómo los astados mexicanos se van para arriba.
Las cosas no salieron como hubiésemos deseado, pero el jinete derrochó empeño y entrega a raudales. Bien por Gamero. Y los Forcados Amadores Mexicanos, realizaron un par de pegas de primer nivel. Ambas al primer intento. Una realizada por Juan Pablo Ángeles al primero de la tarde, y Carlos Tirado al cuarto de tanda. Vale mencionar un quite por navarras, del sobresaliente Román Martínez, novel matador jalisciense.
Para el próximo domingo a las 16:30 horas se anuncia la alternativa del aguascalentense Héctor Gutiérrez, de manos del ibero Emilio de Justo, que se presenta en esta plaza, y Diego Silveti, quien está en un buen momento. Los toros serán de Villa Carmela.
Ficha
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Segunda corrida de la temporada. Un tercio de entrada (unas 5 mil personas) en tarde fresca y soleada. Dos toros para rejones de Palma del Río (1o. y 4o.), tres de La Antigua y uno de De La Mora (6o., sobrero sustituto de uno devuelto por inválido), bien presentados, con edad, de los que destacaron 2o. y 5o. Pesos: 535, 500, 485, 505, 520 y 520 kilos. El rejoneador Emiliano Gamero: Vuelta y vuelta con división. Arturo Macías: Palmas tras aviso y ovación tras aviso. Arturo Saldívar (azul noche y plata): Palmas y dos orejas. Incidencias: Gamero dio las vueltas al ruedo en compañía de los Forcados Amadores de México, que hicieron dos buenas pegas, como fue el caso de Juan Pablo Ángeles, en el 1o., y Carlos Tirado, en el 4o., respectivamente. Antes de ello, al concluir la pega del 4o., Tirado fue llamado a saludar una ovación en el tercio. Salió como sobresaliente el matador jalisciense Román Martínez. Sobresalió en banderillas Víctor Mora, que fue ovacionado en el 3o.
Guadalajara, Jal.- Plaza "Nuevo Progreso". Segunda corrida de la temporada. Un tercio de entrada (unas 5 mil personas) en tarde fresca y soleada. Dos toros para rejones de Palma del Río (1o. y 4o.), tres de La Antigua y uno de De La Mora (6o., sobrero sustituto de uno devuelto por inválido), bien presentados, con edad, de los que destacaron 2o. y 5o. Pesos: 535, 500, 485, 505, 520 y 520 kilos. El rejoneador Emiliano Gamero: Vuelta y vuelta con división. Arturo Macías: Palmas tras aviso y ovación tras aviso. Arturo Saldívar (azul noche y plata): Palmas y dos orejas. Incidencias: Gamero dio las vueltas al ruedo en compañía de los Forcados Amadores de México, que hicieron dos buenas pegas, como fue el caso de Juan Pablo Ángeles, en el 1o., y Carlos Tirado, en el 4o., respectivamente. Antes de ello, al concluir la pega del 4o., Tirado fue llamado a saludar una ovación en el tercio. Salió como sobresaliente el matador jalisciense Román Martínez. Sobresalió en banderillas Víctor Mora, que fue ovacionado en el 3o.
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