No habrá feria taurina en la plaza "La Luz" de León en enero de 2021, como se sabía de antemano. Y aunque la empresa aún no ha hecho un pronunciamiento oficial, se debe a que está esperando noticias por parte del gobierno para saber si la feria se va a cambiar de fecha y las corridas se puedan celebrar más adelante.

A mediados de 2020 quizá nadie imaginó que desde principios de este año iban a comenzar a cancelarse ferias de tal importancia. De hecho, todo apunta a que tampoco habrá toros en Aguascalientes en abril, sin que de momento haya nada firme al respecto de otro posible aplazamiento, de la misma manera en que ya lo está contemplando el gobierno de Guanajuato.

Así que por ahora no se van a llevar a cabo las citas habituales durante el primer semestre del año, ya que las empresas taurinas dependen de las decisiones de las distintas alcaldías, mismas que conceden los permisos correspondientes basadas en los dictámenes de las autoridades de salud, que son las encargadas de normar el criterio a seguir.

Vista la experiencia de los últimos meses, con la reiterada cancelación de festejos taurinos ya anunciados, lo suyo sería seguir esperando a que las condiciones sean las más favorables para dar toros con público, aunque sea con un aforo reducido que contribuya a paliar las devastadoras consecuencias que la pandemia está provocando.

Hay profesionales que insisten en la puesta en marcha de festejos a puerta cerrada, mientras la situación se revierte, y que sean transmitidos en la modalidad de pago por evento. Sin embargo, esta solución no parece viable, pues está comprobando que, con los escasos carteles que se han programado hasta ahora en dicha modalidad, el aficionado no ha mostrado interés en pagar por ver una corrida a través de internet.

Al contrario de esta iniciativa remunerada, ahí está el reciente y encomiable esfuerzo realizado por la empresa de Manizales con las dos corridas que programó sin público, y que fueron vistas por un promedio de 3 mil personas en directo, de forma gratuita en Facebook; es decir, a fondo perdido para el empresario. Pero por más que se insista en que así se da salida a algunos toros en vez de enviarlos al rastro, y se genera un pequeño ingreso para los protagonistas, este procedimiento no es viable.

Algunos profesionales opinan que este tipo de corridas serían rentables si los carteles fueran realmente atractivos, con la presencia de figuras del toreo de España, pero todavía nadie ha intentado arriesgarse con una propuesta de tal naturaleza, y tampoco ninguna figura se ha ofrecido a torear sin cobrar honorarios.

Las circunstancias nos siguen obligando a ser pacientes, pero esto no significa estar sin pensar en determinadas soluciones que puedan ponerse en práctica para no caer en el inmovilismo, que sería lo peor que nos puede suceder.