Adiós al carismático Gonzalo Martínez
Jueves, 14 Ene 2021
CDMX
Redacción | Foto: Archivo
El popular aficionado falleció hoy en la capital a los 93 años
El carismático aficionado Gonzalo Martínez falleció esta madrugada en un hospital de la Ciudad de México, a la edad de 93 años y debido a causas naturales, según confirmaron miembros de su familia, que estuvieron al pendiente de su salud de manera permanente
Don Gonzalo nació en el 3 de octubre de 1927 y desde pequeño sintió una gran atracción por la fiesta de los toros, misma que heredó de su padre, quien lo llevó a sus primeros festejos a la desparecida plaza "El Toreo" de la Condesa y, tiempo después, a la Plaza México a cuya inauguración asistió hace casi 75 años, por lo que representaba parte de la "historia viva" de la Fiesta.
A partir de entonces, fue uno de los aficionados más asiduos y se le veía en corridas y novilladas en su puesto del callejón, cerca del burladero de matadores, del que se ufanaba ya que en su vida pagó un boleto de toros, y por ello los miembros de la Porra Libre le solían gritar: "¡Cuánto gorrón en el callejón... menos Gonzalo!" En un par de ocasiones sufrió diversas lesiones por toros que les cayeron encima. Pero ni siquiera en la última etapa de su vida se negó a abandonar dicha localidad.
En su juventud fue aficionado práctico en alguna parte de su vida y siempre estuvo muy próximo a la familia Barroso, a cuyas tientas acudió con mucha frecuencia en las distintas ganaderías donde su presencia hacía la delicia de los invitados por sus reiteradas ocurrencias.
Gracias a su don de gentes y peculiar sentido del humor, se ganó el cariño de matadores durante distintas épocas, estando entre sus predilectos: Lorenzo Garza, Manolo Martínez y Curro Rivera, mientras que en un tiempo se convirtió en admirador de otros posteriores como Enrique Ponce, Morante de la Puebla o Eulalio López "El Zotoluco", entre muchos otros.
De esta manera, su presencia resultó habitual en el callejón de La México, además de que fungió como asesor ganadero de uno de sus hijos, que en algún momento fundó la divisa de El Palomar, además de que, durante varios años, también acudió a otras casas ganaderas.
Le sobreviven su esposa Pilar Suero, sus hijos Javier, Tato, Pili y Gonzalo, además de nueve nietos. Desde estas líneas enviamos nuestro más sincero pésame tanto a familiares como al gran número de amigos por esta irreparable pérdida. Descanse en paz.
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