Una verónica por aquí, un detalle extraordinario por allá, un derechazo con sabor, un natural que vuela casi eterno entre la búsqueda constante del toreo que siente. Así fue el tentadero que suponía la última de las "lunas" preparadas por la ganadería El Pilar para este fin de semana.

Las condiciones meteorológicas en general -y la lluvia en particular- quisieron hacerse protagonistas de la noche y perjudicaron en buena medida el desarrollo de las condiciones de toros y de toreros. Entre otras cosas, por el mal estado en el que quedó el piso tras el chaparrón del primer toro.

Ninguno de los ejemplares tentados demostró ser lo completo que exige la excelencia de El Pilar, a pesar de que su buen aire permitió que se viesen detalles muy interesantes. Lo que sí hubo fue variedad, porque incluso salió un ejemplar con correa, que fue el que cayó en las manos más inexpertas de Alejandro Mora. Su tenacidad lo llevó a plantarle cara a las numerosas dificultades.

Así concluía la propuesta audiovisual lanzada por Moisés Fraile y su familia para mitigar la ausencia de festejos durante el confinamiento a que nos obliga el COVID-19, por cuyas víctimas se han brindado los dos eventos audiovisuales en los que Internet ha transformado estas faenas camperas.

La satisfacción es la nota predominante entre los Fraile, pese a las dificultades a las que han tenido que hacer frente para sacar adelante las transmisiones, y ya están pensando cuál va a ser su siguiente reto. De esta forma agradecen la atención y el interés de todos cuantos han decidido compartir su aventura.