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Saldívar y Guillermo cortan oreja en La México

Domingo, 16 Feb 2020    CDMX    Martín Banda | Foto: Foto: Hidalgo           
Destacaron en la última corrida de la Temporada Grande
Con una corrida emocionante de principio a fin, que mantuvo al público expectante, se dio el cerrojazo a la Temporada Grande 2019-2020 en la Plaza México que registró una buena entrada en los tendidos numerados y con el triunfo de Arturo Saldívar y Guillermo Hermoso de Mendoza que cortaron una oreja cada uno.

Completaron el cartel Pablo Hermoso de Mendoza y José María Hermosillo, quienes por su parte malograron con los aceros interesantes faenas.

En el festejo donde se lidiaron toros de diversas ganaderías y que duró casi cuatro horas, destacaron los corridos en tercero y cuarto sitio de Santa Fe del Campo y el séptimo de Los Encinos, para el joven jinete peninsular.

Guillermo confirmó su doctorado sevillano con el toro que abrió plaza, de Los Encinos, que tuvo buen "son" y recorrido en el primer tercio pero que se fue apagando hacia el final de la lidia. El joven veinteañero quien vistió la misma casaca blanca con hombreras y solapa al frente, con la que tomó la alternativa en la Maestranza de Sevilla el año pasado, se mostró tranquilo y seguro en los tres tercios y por mucho la faena a su segundo fue la más emotiva de su tarde.

Al de la confirmación llamado "Confirmado", herrado en los costillares con el número 32 y que pesó 517 kilos, para quienes gustan de las estadísticas, lo pasó con un solo rejón de castigo montando a "Alquimista", con el que enseñó al toro a embestir ya fuera con la bandera o el sombrero rondeño a una mano. 

Guillermo tuvo sus mejores momentos en el segundo tercio sobre los lomos de "Índigo", con el que colocó tres banderillas a una mano, pero superior estuvo con "Donatelli" sobre el que clavó dos estupendos garapullos, el primero saliendo airoso de la suerte con giros delante de la cara del toro y el segundo, de poder a poder de tercio a tercio, que le fue muy aplaudido.

Con el tordillo rodado "Pirata" se adornó en las banderillas cortas y colocó un par a dos manos cuando el toro ya no tenía gas para embestir. Mató al segundo viaje con el rejón de muerte, pero requirió de 10 golpes de descabello para pasaportarlo. Escuchó un aviso y cruzó el ruedo de la plaza entre una cerrada división de opiniones.

La faena a su segundo, séptimo de la lidia, de la misma ganadería y que fue muy emotivo para embestir, estuvo plagada de aciertos del joven centauro,  quien se dio gusto rodando por la arena montando a auténticos "ferraris" como lo fueron "Disparate" y "Pirata", caballos ya consumados en la cuadra de su padre y que él también utiliza, a los que puso a centímetros de los pitones del astado, toreando a dos pistas, luciendo en la "hermosina"  y realizando giros espectaculares ante el beneplácito de la afición. Mató al primer viaje y el juez Enrique Braun le concedió una merecida oreja.

Cabe destacar que, al momento de la ceremonia, después el paseíllo y previo a la salida del primer toro, montado cada uno en su caballo, Pablo cedió simbólicamente el rejón de castigo a Guillermo, pasándolo por el frente y no por la espalda como se acostumbra en estos casos. La ceremonia la selló con un beso en la mejilla de su hijo, a quien dedicó breves pero emotivas palabras.

El segundo toro de la tarde le correspondió al rejoneador navarro, en su actuación número 24 y donde ha conseguido 11 puertas grandes en años pasados. La de hoy era especial ya que además de presentarse por única ocasión en la temporada sirvió para confirmarle la alternativa a su hijo y en presencia de su madre quien estaba cerca, sentada en una barrera de primera fila.

Pablo enfrentó a un bravo ejemplar de Bernaldo de Quirós que resultó bueno. A este lo pasó con un rejón de castigo y posteriormente estructuró una faena templada y suave en el tercio de banderillas, donde lució enormidades citando al quiebro. Mató de pinchazo y entera trasera para escuchar aplausos.

El segundo de su lote, "Charro", de Los Encinos, duró poco. De entrada, un solo rejón bastó para dejarlo a punto. Luego montó a "Índigo" y "Deseado", sobre los que se hizo aplaudir tras colocar banderillas a una mano, dejando ver las cualidades de los caballos. Templó de costado, llevando bien cosido por la grupa al astado, que poco a poco quedándose parado. El trofeo se le escapó al pasaportar al segundo viaje y se retiró entre aplausos.

Para los hidrocálidos Saldívar y Hermosillo, quienes entraron a la última corrida de la temporada, fue también una tarde importante.

Sobre todo, para Arturo, quien en la temporada había bordado a dos toros de La Estancia el 17 de noviembre del año pasado de los que perdió las orejas con la toledana, ya que volvió a dar la nota al cuajar faenas de mucho empaque, clase y torería, como la de su primero del que aprovechó las buenas condiciones y prestancias que le dio "Burlador", de Santa Fe del Campo.

La faena que inició por alto en medio de los círculos concéntricos tuvo el calado para que la afición se prendara de lo bien que comenzó a hacer su oficio. Desde que citó al astado para darle los primeros muletazos de tanteo por derechos y luego por naturales, en tandas cortas, la faena presagiaba un triunfo importante. 

Y así vinieron más por ambos lados, con el público exultante en cada muletazo, sin enmendar en un palmo de terreno Arturo engarzó los muletazos hasta el final en que se adornó con las trincherillas y las dosantinas. El toro tuvo clase y recorrido y el de Aguascalientes lo supo aprovechar para cortarle, ahora sí, una merecida oreja que paseó en la vuelta al ruedo. El juez Braun ordenó el arrastre lento para el bravo ejemplar de la divisa zacatecana.

El sexto de la función fue un toro muy alto, que arrollaba más que embestir. Pasó inédito de capa, pero con los montados estuvo fiero, primero al ocasionar un tumbo a Héctor "El Ruso" Delgado y enseguida a Carlos Domínguez, que cayó peligrosamente debajo del caballo.

Cuando aquello era un herradero, los banderilleros Fernando García y Jorge Luna pasaron apuros, pero al final lograron cubrir con atingencia el tercio de banderillas y saludaron una ovación en el tercio.

Arturo se hizo luego dueño de la situación y comenzó la lidia del contrastante astado, pues de pegar arreones al principio terminó por acudir a la muleta de su lidiador, en una faena que se desarrolló cercana a tablas.

De pronto ocurrió lo inexplicable. Mucha gente en el tendido comenzó a pedir el indulto del toro, que a todas luces era injustificado. Parece que el contagio de la indultitis de otras tardes ya campea por el tendido de La México, por desgracia. Todavía Arturo volteó hacia el juez, desconcertado, pero al final hizo lo justo, se fue tras la espada y liquidó al ejemplar luego de escuchar un aviso.

Finalmente correspondió a Hermosillo clausurar la temporada que él mismo había abierto la tarde de su confirmación el pasado 3 de noviembre, cuando cortó su primera oreja como matador en el ciclo invernal de Insurgentes.

José María enfrentó en primer turno a "Parrandero B" que como todos sus hermanos de divisa llevaron nombres alusivos a aquel ranchero enamorado que se llamaba Juan y lo apodaban "Charrasqueado".

El joven diestro hidrocálido vino por todas y desde que se abrió de capa mostró su calidad interpretativa y buen gusto, al ligar dos largas cambiadas en el tercio.

El puyazo de Ángel Juárez pareció no haber hecho mella en el toro ya que fue muy complicado y puso en serios peligros a Diego Bricio y Víctor Gorostieta en las banderillas.

Pero Chema, con la cabeza fría y el valor sereno se fue haciendo del toro, al que domeñó a las primeras de cambio con artísticos doblones.

La faena fue creciendo, lo mismo en intensidad que en los muletazos, con soberbios derechazos con mucho aguante, valor y esos cambios de mano que con el de pecho hicieron estallar los tendidos. El bisoño torero le pisó los terrenos a la res y cuajó una faena de gran envergadura que debe concretarse en buenos contratos. 

Para su mala fortuna su talón de Aquiles fue la espada. Luego de tres pinchazos y dos avisos que le sonó el juez Braun reloj en mano, decepcionó a la concurrencia al realizar hasta 12 descabellos para liquidar al toro y escuchar una sonora rechifla.

El último de la noche fría capitalina fue precisamente "Charrasqueado" que saltó a la arena con 517 kilos en los lomos. Un lucido quite por caleserinas fue lo más vistoso con el percal que ejecutó Hermosillo.

El ágil y atinado banderillero Christian Sánchez fue alcanzado cuando salía de colocar el segundo par, el toro hizo por él, lo arrolló y le rompió en jirones la taleguilla salvándose de una cornada. Por su propio pie se retiró en medio de aplausos a la enfermería.

Otra vez Hermosillo estuvo entregado, valiente, variado, pero la faena no alcanzó el vuelo suficiente. Mató de media ración de acero, trasero y desprendido, para su buena suerte.

Así concluyó la temporada grande que seguramente dará mucho de qué hablar en las semanas siguientes.

Ficha
Ciudad de México.- Plaza México. Decimoctava y última corrida de la Temporada Grande. Poco más de media entrada (Unas 22 mil personas). Toros de Los Encinos, Santa Fe del Campo y Bernaldo de Quirós, bien presentados y de juego variado, de los que destacó el 3o. que recibió arrastre lento. El rejoneador: Pablo Hermoso de Mendoza: Ovación en su lote. El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza: División tras aviso y oreja. Arturo Saldívar: Oreja ovación tras aviso. José María Hermosillo: Pitos tras dos avisos y ovación.



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