Para Fermín Rivera, la decisión que tomó la empresa de la Plaza México de repetirlo a él y a José Mauricio el próximo domingo en la corrida de triunfadores mexicanos, fue un gran acierto. Y es que una tarde tan cargada de emoción, con matices de triunfo y drama y una pasión desbordada, como la que consiguieron estos dos artistas del toreo, no podía quedarse como un simple recuerdo.

"Yo creo que fue un gran acierto por parte de la empresa, primero anunciar un cartel abierto para tres triunfadores con una ganadería de primera línea como es la de Montecristo y segundo, la fortuna que nos toca a nosotros torear ocho días antes que se dé ese cartel", expresó el diestro potosino.

"El anunciarlo "en caliente" para que la gente que estaba ahí presente se enterara fue un acierto ya que tras el anuncio ha tenido mucha repercusión, ha tenido muy buena aceptación porque es un cartel inédito en esta plaza y muy interesante, con tres toreros en la misma línea, con el mismo concepto del toreo, pero con diferentes formas de interpretarlo cada uno, en su estilo, en su personalidad. Yo creo que va a ser un cartel muy del gusto de la afición de la Plaza México", afirmó Rivera.

El espigado diestro potosino revela que ayer se sintió como en las nubes, primero por tantas llamadas que tuvo felicitándolo por su actuación y segundo, por sentirse querido por la afición.

"Estoy muy contento por lo realizado ayer (el lunes), fue una tarde que necesitaba que pasara algo importante con un triunfo y gracias a Dios se dio. Uno siempre trata de dar la cara y estar a la altura, pero es necesario ratificarlo con las orejas. Lo del domingo fue muy bonito, fue una corrida muy bien presentada y la gente lo vivió así en la plaza, una corrida con trapío con importancia a lo que le hicieran los toreros y luego poder plasmar en el segundo toro unas tandas que disfruté mucho, me deja muy contento", agregó.

Rivera pudo cortarle la oreja a su primer astado, pero sus fallas con la espada lo evitaron. A su segundo le cortó una oreja de ley, que aún disfruta. La oreja que no pudo ser del primero hubiese significado la puerta grande para el coleta.

"La recompensa a todo esto es vernos anunciados para el próximo domingo, un cartel con tres toreros mexicanos. Me siento muy motivado de volver a la México con un cartel muy interesante y con una ganadería de primera", dijo.

De su actuación destacó que en la faena del primero la gente se metió mucho en ella.

"El toro tenía nobleza y fijeza, siento que tenía algún problema en las manos porque le costaba desplazarse, pero a base de sobarlo y de darle confianza y también de intentarle, el toro tuvo un fondo bueno que a la mejor no fue el que uno quiere para disfrutar, pero al final la gente tuvo paciencia para la faena y se involucró. Lástima que le dejé un pinchazo y la siguiente estocada no fue del todo buena pero la gente me sacó con mucha fuerza y cariño al tercio y me queda esa sensación bonita de siempre intentar toda la tarde", señaló.

Aun así, Fermín fue autocritico de su propio trasteo.

"Lo que me queda es que no pude disfrutar o plasmar todo con el capote, creo que me fui un poco inédito. El encaste no es fácil para torearse con el capote y también preferí tratar de hacer las cosas lo mejor posible y la lidia para que el fondo lo sacara con la muleta", agregó.

Esta semana Rivera ensayará el toreo en una tienta en la ganadería de José Julián Llaguno, donde afinará algunos detalles.

"Esto me servirá para pulir ciertas cosas de lo que pudo haber faltado el pasado domingo, afinarlas y seguir mentalizado, en no cambiar el chip, y mantenerme en la misma sintonía", finalizó.