"... lo suyo será disfrutar el fuerte agarrón que se van a dar..."
La Corrida Guadalupana de esta tarde es esperada con mucha expectación, pues el cartel está muy bien equilibrado, y contar con tres toreros jóvenes es una demostración de que a la Fiesta le urge renovarse en varios rubros, como es el de la consolidación, a más temprana edad, de los espadas de nuevo cuño.
El más antiguo de esta combinación es Sergio Flores, que tiene 28 años; Roca Rey cumplió 23 y Luis David apenas llegó a los 21. Casualmente, los tres recibieron la alternativa en Francia: Flores en Bayona, en el año 2012, y los dos más jóvenes en Nimes, en 2015 y 2016, respectivamente.
El único de los tres que hará el paseíllo por tercera ocasión consecutiva en esta fecha es Sergio, que en 2017 se alzó con un importante triunfo al cortar dos orejas a un toro de Villar del Águila, hierro hermano de Xajay. Y Roca Rey hizo lo propio en la cita del año anterior, cuando abrió la Puerta Grande luego de tumbarle dos apéndices a un cuatreño de Jaral de Peñas.
En la Corrida Guadalupana benéfica de 2017, la presencia de José Tomás provocó una entrada cercana al lleno, pues hubo unas 38 mil personas en los tendidos de La México. En 2018, en festejo de cuatro espadas, la entrada fue de unas diez mil personas menos; es decir, se redujo un tanto la afluencia de público.
Ahora el reto será ver cuánta gente meten los toreros jóvenes anunciados hoy, pues no deja de ser difícil actuar en un día hábil, entre semana, y por la tarde. Pero independientemente de este hecho, lo suyo será disfrutar el fuerte agarrón que se van a dar. Porque a nadie le quepa duda de que cada uno saldrá a arrear.
Mención especial merece el regreso a esta plaza de la ganadería de Begoña, que tantos triunfos de relieve ha cosechado en estos 23 años en distintas plazas del país. Será la decimosegunda ocasión que este hierro se anuncie en La México, donde ha lidiado tres novilladas y ocho corridas de toros completas, además de aquella del 5 de febrero de 1997 en que compartió cartel con su ganadería hermana de San Miguel de Mimiahuápam.
Así que todo está listo para que la gente goce de un gran espectáculo, con el que debería de concluir la primera fase de la temporada si la ley no obligara a celebrar doce corridas de toros ininterrumpidas, un formato demasiado gastado, y hasta un tanto obsoleto, que urge ser revisado.
Hay que recordar que no todos los domingos, y en este caso, con tres corridas en la misma semana, la gente cuenta con el dinero suficiente para invertirlo en ocio, y mucho menos con el gasto de las fiestas navideñas en puerta. Pero aquellos que vayan, seguramente saldrán recompensados con un gran cúmulo de emociones.