A partir del mes de noviembre serán cuatro los rejoneadores extranjeros que harán temporada en plazas de México, tal y como ocurrió el año anterior. Y parece que el dominio de Pablo Hermoso de Mendoza ha cedido parte de su terreno a Diego Ventura, su máximo rival.
Si a ello sumamos la estrategia de Andy Cartagena, con el nuevo apoderamiento de Arturo Gilio, la oferta será más amplia y atractiva para el público. Y en medio de los tres veteranos cabalgará el juvenil Guillermo Hermoso de Mendoza, con la determinación de acrecentar su cartel tras haber realizado una primera campaña de preparación antes de llegar a la alternativa, misma que tomó en Sevilla en mayo pasado.
En unas cuantas semanas, Pablo Hermoso cumplirá dos décadas de haber toreado por primera vez en este país, cuando vino de la mano de Lorenzo Cué y del rejoneador Antonino López. Ellos tuvieron la visión de contratarlo para torear una exclusiva de varias corridas, y fueron ellos quienes lo introdujeron en México, adonde llegaba precedido de una temporada cumbre, con aquel inolvidable hito de haber cortado un rabo precisamente en la Maestranza, plaza donde se dio el gusto de doctorar a su hijo.
Pablo Hermoso está anunciado en la Temporada Grande del coso de Insurgentes, pero seguramente será "a su aire", como siempre, y sin afrontar ningún tipo de rivalidad como la que en su día le planteaba Rodrigo Santos, que lo retaba a torear un mano a mano con argumentos de por medio.
La posibilidad de torear con Ventura se quedará como una de las asignaturas pendientes para los empresarios de estos últimos tiempos, tanto de aquí como de allá. Lamentablemente, ninguno conseguirá dar esa corrida, ya que el encono existente entre estas figuras es insalvable, para desgracia de la afición.
Está muy bien que las figuras del toreo a caballo encuentren en México un paraíso taurino. Se lo han ganado a pulso y nadie les ha regalado nada. Sin embargo, ojalá que, tanto Diego Ventura como Andy Cartagena, hagan algo más de lo que ha hecho Pablo Hermoso por el rejoneo de este país, donde sería muy importante consolidar la corrida de rejones en las ferias de relevancia.
Esperemos que a lo largo de sus respectivas temporadas procuren torear corridas de rejones en la que den cabida a los caballistas mexicanos, principalmente a los más experimentados, como es el caso de Jorge Hernández Gárate, Emiliano Gamero y Horacio Casas, pero también a los más jóvenes, que también los hay y cada vez más preparados, y con mucha ilusión de prosperar y medirse con los consagrados, pues esto sería algo muy positivo para la Fiesta.