La ciudad de la cantera y la plata celebró el aniversario 473 de su fundación con el triunfo de un torero macho, Sergio Flores, que obtuvo el codiciado Escapulario de la Virgen del Patrocinio luego de afianzar el plácido momento por el que atraviesa su ascendente carrera.
Si bien es cierto el séptimo de Boquilla del Carmen tuvo poca fuerza, Flores acertó en cuidarlo en el caballo y torearlo con soltura desde el capote sin forzar demasiado sus nobles acometidas. Y si las chicuelinas iniciales comenzaron a caldear el ambiente, los redondos pusieron al coso en punto de ebullición.
La pureza en los procedimientos rindió fruto pues el triunfo se asomaba en el balcón cuando ejecutó a consciencia la suerte suprema. La estocada fue perfecta y de efectos fulminantes, en la mera yema, por lo que el premio de las dos orejas fue consolidado con toda justicia.
Delante de su primero esbozó trazos de buena manofactura, pero el ejemplar no terminó por romper y todo quedó en destellos de su tauromaquia tan tlaxcalteca.
Juan Pablo Sánchez tiene el don de tomarle el ritmo a las embestidas de los toros, para después ralentizarlas al extremo. En esa tesitura logró trazos por derecha que detuvieron el tiempo zacatecano y que fueron suficientes para el corte del apéndice luego de liquidar de un efectivo espadazo.
No pudo redondear el triunfo ante su segundo, pues el de Boquilla del Carmen careció de fuelle y prácticamente no se desplazó con movilidad a lo largo de su lidia.
El mexiquense Ernesto Javier Tapia "Calita" sorteó lo menos destacado del hierro de Boquilla del Carmen y no hubo suerte en su lote. Su primero tuvo poco gas, mientras que su segundo no se desplazó con boyantía así que tuvo que pisarle los terrenos y exponer en demasía para lograr ligar los muletazos, situación que finalmente no pudo cristalizar.
El rejoneador Santiago Zendejas todavía está muy verde pero tiene un buen dominio de las cabalgaduras y posee futuro en el difícil arte de Marialva. Brillaron los Forcados de Mazatlán, que cada vez que pisan territorio zacatecano terminan conquistando a la afición, y la pega que lograron al segundo intento fue realmente de polendas.
Gran ambiente para esta corrida grande de Zacatecas y el torero de Apizaco mantiene el sendero del triunfo que lo constituye como un torero macho bañado en plata.