La vigésimo octava temporada de Arroyo se fue como agua entre los dedos, pues se celebró la última novillada de la temporada, se trató de un mano a mano que corrió a cargo de dos mexiquenses, quienes se disputaron el triunfo en el coso ubicado en la alcaldía de Tlalpan de la Ciudad de México.
Sebastián Ibelles salió a hombros de la Plaza Arroyo, con lo que cerró la presente temporada con dos apéndices en mano. Por su parte Cristian Antar cortó una oreja al primero de su lote y el rejoneador Marco Bastida recibió una ovación.
Sebastián Ibelles mostró una vez más muchas ganas de figurar como novillero, así como su arrojo y valor ante el segundo de su lote que no era un astado fácil, pero con el que ejecutó una tanda de derechazos que encendieron los ánimos del público, por lo que resultó coreada por el respetable.
Por su parte el varilarguero César Morales ejecutó un buen puyazo al novillo de José Arroyo, al cual posteriormente Ibelles lidió con valor al novillo que resultó bravo, enrazado y al que finalmente, le cortó las dos orejas.
Ibelles con el ejemplar proveniente de José María Arturo Huerta se topó con una afición dividida, pero que aún así le reconoció la estocada que causó los efectos necesarios con los que el astado buscó las tablas.
La experiencia de Cristian Antar es notoria, ya que se le ve con más asentamiento y técnica depurada al torear, ya que con prontitud entendió que al ejemplar de Huichapan debía de toreársele con distancia corta con lo que regaló una serie de naturales ejecutados con limpieza, antes de que el astado buscará las tablas, posteriormente tras la estocada, los pañuelos hondearon en los tendidos y se le concedió una oreja.
Caso contrario sucedió con el segundo de su lote, al cual Antar le perdió distancia y calma en su trasteo.
El rejoneador Marco Bastida regaló una lidia de torero, ya que con su equino de salida emuló la muleta de a pie acción que fue del gusto del respetable. Bastida realizó una faena decorosa, una buena actuación que no logró cuajar ya que falló con el acero lo que le valió retirarse, entre división de opiniones.
Con un lleno reventar, culminó la vigésimo octava temporada en Arroyo, con novilleros valerosos, que mostraron su arte y expresión e hicieron vibrar el coso entre pase y pase.