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Gran cierre de temporada de Ventura

Domingo, 03 Mar 2019    Autlán, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Pelayo Leal           
Salió a hombros tras cuajar sendas faenas esta tarde de carnaval
Hoy hemos vivido en Autlán el amplio abanico de emociones que propicia la fiesta de los toros: buen toreo (por supuesto) a momentos, polémica, sustos, accidentes, broncas. Una corrida muy seria compuesta por tres hierros: dos de Fernando de La Mora para rejones, cuatro de Torreón de Cañas y Los Cués –éste en sustitución de uno del hierro titular que se descornó al saltar al callejón– y el toro con más romana que se ha lidiado en la historia de ésta plaza.

Para abrir boca, el rejoneador luso–hispano Diego Ventura, le puso broche de oro a una gran temporada en ruedos mexicanos, al cortar (con base en buen toreo y ajustes inverosímiles) una tercia de auriculares a dos toros del hierro del señor De la Mora, muy serios, hondos, con edad e imponencia.

Desde el comienzo de su actuación fueron evidentes los deseos de sacarse la espina con el público autlense. A fe buena que lo consiguió. Incluso montó a los caballos estelares de su cuadra.

Con "Peregrino" –567 kilos en los lomos– tardo en su embestida, el caballero hubo de aguantar al llegarle a cara; tanto que en un momento hubo de poner en dos manos a "Bombón" para dar el tiempo a que el toro llegara al embroque. Toreo de costado, siempre al estribo y banderillas bien ejecutadas. Al final, un pinchazo hondo y un metisaca accidental, le impidieron cortar las bien merecidas orejas. Paseó en triunfo la oreja.

Si el primero de su lote cargó muchas arrobas, el segundo dijo "hazte a un lado que ahí te voy" al registrar 590 kilos de romana y edad evidente. La verdad sea dicha, "Vuelve pronto" no tuvo las muy buenas condiciones de su hermano, pero no le impidió a Ventura superar su actuación primera. Con un rejón de castigo solamente, Diego se dio el lujo de dar, con el toro literalmente cosido al estribo, una vuelta entera de costado, entre la algarabía de los tendidos autlenses, que gustan, saben, y aprecian de caballos y buenos jinetes.

No paró la cosa, realizó un par al quiebro en los medios a cortísima distancia, donde no se veía cómo podría salir del encuentro, gran ovación. Vino luego otra banderilla, pero ahora al violín,  también alzó de manos a su cabalgadura en varias ocasiones. No faltó un par a dos manos. Una pirueta inverosímil, con mínimo espacio entre el toro y las tablas. 

Para abrochar la faena, la estocada fue entera y de fulminantes efectos, como corresponde, el público –que llenó la plaza– se volcó a Ventura y exigió al palco las dos orejas. La faena del toro final de su gira en México, lo brindó a todo su equipo de trabajo a quienes llamó al ruedo para dedicarles su actuación.

El Teocaltichense, avecindado en la hidrocálida capital del taurinísimo estado pareció que el santo no le daría la cara, pero Arturo Saldívar, no perdió los papeles cuando el primero de su lote de Torreón de Cañas saltó de aire la barrera, y se partió el pitón izquierdo desde la cepa, al chocar en la contrabarrera. 

Luego de saltar de nuevo al callejón, don Javier Medina ordenó la sustitución por un ejemplar de Los Cués, falto de fijeza en el primero y segundo tercios, pero que Arturo, con base en buen oficio lidiador y entrega sujetó al morito, para torearlo en series templadas por ambos lados, aunque al final hizo amagos de rajarse el toro. Lo pinchó en una ocasión y dejó una entera al rincón, de efectos fulminantes.

Con el segundo de su lote, Saldívar se entregó a tope, pegajoso y andarín el morito, Arturo se rifó el pellejo para extraer con tirabuzón pase a pase, hasta que convenció al ejemplar hidalguense. Series bien construidas y largas, si consideramos el origen hispano del encaste que presentaron los señores Uribe Barroso y Curn. No terminaba el público de apreciar el riesgo de Saldívar, hasta que "Risueño" lo cogió de feísima manera, exactamente con la punta del pitón derecho, en el mismísimo vientre que; dicho sea de paso, nos llevamos un buen susto. 

Cuando se entregó en la suerte suprema, al salir del embroque trastabilló con su muleta y manos del toro, para caer en la arena, y ser espectacularmente levantado de la arena. Cuando se produjo la fulminante estocada con defecto, la gente, francamente estaba ya, de parte del torero.

Vino la concesión de un trofeo, el público exigió el segundo, Javier Medina respetuoso de la ortodoxia, lo negó. Subieron de tono las protestas y el enojo del matador, los tendidos eran un volcán. Cuando le entregaron la oreja al espada, se enfrentó enojado al juez, botó el trofeo a la arena, y lo que leímos en sus labios, por respeto a todas las madrecitas, no vamos a escribirlo. Total que envuelto Saldívar en la euforia general dio tres vueltas al ruedo –una de ellas con los ganaderos– en la que dieron buena cuenta de varias botas de tinto.

Leo Valadez ya está en la historia de los carnavales; porque le correspondió en suerte el toro con más peso que se haya lidiado en Autlán de La Grana. Ni más ni menos que ¡645 kilos! Treinta más que aquel toro "Judío" lidiado por nuestro amigo César Pastor en Aguascalientes. Por lo que era de mucho mérito lo que se hiciera delante de semejante ejemplar.

"Soberbio" también estuvo a punto de provocar una tragedia, se arrancó de muy largo al penco de Álvaro Carrillo, que guardaba la puerta, para echarse al varilarguero, prácticamente a los pitacos, luego dio cuenta de Juan Cobos en la contraquerencia y continuó sin fijeza, hasta que Valadez se hizo de él; realizó chicuelinas en el tercio de capa y un quite por zapopinas, con remate de "Generala" –creación de Miguel Ángel Martínez. Le arrancó Valadez una oreja, lo premió la afición con palmas, incluso al abandonar el ruedo. Cayó de pie Leo Valadez en Autlán.

Para la tercera de carnaval, la empresa anuncia a las 17:00 horas a la rejoneadora Karla Santoyo. A pie, la hispana Mari Paz Vega, Lupita López, Karla de Los Ángeles, Paola San Román y la colombiana Rocío Morelli, frente a un serio encierro de San Marcos.

Ficha
Autlán de la Grana, Jal.- Plaza  "Alberto Balderas". Lleno. Segunda corrida de carnaval. Toros de Fernando de La Mora para rejones y cuatro de Torreón de Cañas, bien presentados y de juego variado y uno de Los Cués que sustituyó al segundo que se despitorró. Pesos: Pesos. 567, 438, 447, 645, 590, 510, 497 kilos. Diego Ventura (traje corto gris y vino): Oreja y dos orejas. Arturo Saldívar: (berenjena y oro): Silencio y oreja. Leo Valadez, que sustituyó a Octavio García "El Payo": Oreja y silencio tras aviso. Incidencias: Se generó una fuerte bronca a la muerte del 5o. de la tarde al no concederle Arturo Saldívar una segunda oreja. La Autoridad multó al de Aguascalientes por desacato, al botar la oreja concedida, y por ofensas al juez de plaza. El cuarto toro con 645 kilos que se lidió en 4o. lugar es el toro lidiado con más peso en la historia de los carnavales.


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