...Los toros son el acontecimiento que más ha educado social...
La trayectoria intelectual de Enrique Tierno Galván (1918-1986) estuvo inicialmente marcada por una fuerte tensión entre herencia y exigencia. Atenderá a la herencia mediante lecturas críticas del legado krausista, institucionista y noventayochista, así como de la interpretación orteguiana de la tradición alemana.
La ópera por ejemplo, es un acontecimiento privativamente italiano, y el que más ha contribuido en la Edad Moderna a mantener y conformar la unidad psicológica nacional italiana. Con los toros ocurre algo parecido; son una constante en la historia de España, y en algunos periodos de la misma, el acontecimiento en que mejor se expresaba la remota unidad de sus distintos pueblos.
Así también, responderá a las exigencias mediante la relectura de los clásicos del pensamiento político (especialmente Spinoza, Hobbes y Hume) y, particularmente, introduciendo en España el neopositivismo lógico y el funcionalismo norteamericano (Parsons, Merton). Tierno fue traductor del "Tractatus logico-philosophicus" de Wittgenstein y presentó su particular lectura de esta obra en su ensayo "La realidad como resultado" (1956).
A mi juicio, cuando el acontecimiento taurino llegue a ser para los españoles simple espectáculo, los fundamentos de España en cuanto nación se habrán transformado. Si algún día el español fuere o no fuere a los toros con el mismo talante con el que va o no va al cine en los Pirineos, umbral de la Península, habría que poner este sentido epitafio "aquí yace Tauridia" es decir, España.
Todos son halagos para uno de los pocos políticos españoles que supo ganarse la admiración y el respeto de sus enemigos tanto como de sus amigos. El "viejo profesor", "el alcalde", el "socialista honrado" o, como le llegó a calificar la misma oposición del Partido Popular, "la reina madre", fueron algunos de los sobrenombres que se ganó durante sus siete años (1979-1986) que estuvo al frente del Ayuntamiento de Madrid.
Al coso asiste la mayoría del pueblo, sin que falte ningún estrato social: artesanos, comerciantes, profesiones liberales, clero, nobleza. La plaza de toros resulta, singularmente, en los pueblos, el lugar físico, social y psicológico en que la totalidad del pueblo convive intensamente una misma situación psicológica en que las situaciones profundas son substancialmente análogas, ¿con qué otro acontecimiento ocurre esto?
A lo largo de su vida desplegó una intensa actividad contra la Dictadura, que le valió, por ejemplo, la expulsión de la Universidad de Salamanca y su marcha forzada como profesor a universidades americanas como Princeton. Durante la Democracia supo imponerse a las adversidades y contratiempos de su propio partido a base de empeño, paciencia e inteligencia.
Nada explica mejor, a mi juicio, la importancia social de la fiesta que el conjunto de significaciones que traslaticiamente ha incorporado el idioma. Por otra parte, el estudio de las renovaciones e innovaciones semánticas, procedentes de los toros, nos permitirán el acceso a los supuestos primordiales de esa concepción del mundo que subyace detrás de todo acontecimiento.
Desde muy joven se le conoció como por sus alcances intelectuales y fue determinante en la fundación y dirección del Boletín Informativo del Seminario de Derecho Político de la Universidad de Salamanca (1954-1964) para nutrir nuevos cuadros políticos e ideológicos desde coordenadas marxistas y científicas conectadas con Europa, además de orientar colecciones editoriales tan básicas como "Estructura y función".
Los toros son el acontecimiento que más ha educado social, e incluso políticamente al pueblo español. Aquello a lo que lo toros apuntan es a convertirse en plástica belleza, sin fondo cruento. Hoy, aún cuando sea acontecimiento aventurero y sangriento, la euritmia, la cadencia de los movimientos y la armónica composición entre torero y toro, son la parte de la fiesta que sirve de base a los juicios del público respecto al mérito o demérito de una faena.
Sus ensayos no académicos son siempre ejemplos de prosa persuasiva y claridad de razonamiento, con esa habilidad típica para extraer significados políticos de fenómenos sociales muy limitados (como la tertulia en el ensayo seleccionado), que permiten no solo una ocasional y velada ironía, sino también esa desembocadura ideológica que busca condenar sociedades absolutistas o acostumbradas al poder de los pocos.
Al torero se le llama artista en el sentido de creador de belleza, y desde luego lo es, teniendo conciencia de que la figura y la dignidad plástica prestan al lance un peculiar estilo que elevan la lidia al máximum de tensión estética; belleza y galanura, ante la muerte ¿cabe tema estético de mayor vitalidad?
Bibliografía:
Tierno Galván, Enrique. "Los toros acontecimiento nacional". Madrid. Ediciones Turner. 1989.
Vilar, Sergio, "Enrique Tierno Galván: el utopista y el pragmático". En Sistema: Revista de ciencias sociales, 1986. No.71-72, páginas 151-156.