José Luis Angelino salió a hombros en la corrida celebrada el día de hoy en Tlaxcala, donde se encerró con ejemplares de diversas ganaderías, de los que destacó el segundo, del hierro de Tenexac, que fue premiado con arrastre lento por su buen juego.

Varios retos superó el diestro para llegar a esta fecha en la que su primer triunfo fue provocar una gran entrada cercana al lleno, muestra de que interesa y gusta, como gustó su faena a "Chavakatl" de Tenexac, sin duda el mejor de la corrida.

A este lo lanceó a la verónica abriéndose el compás y patijunto con ritmo en ambos casos; de largo se arrancó el toro al caballo de Pedro López, provocando la emoción que se prolongó mientras recargaba con celo bajo el peto, el quite fue con un torero lance soltando una punta del capote.

Banderilleó con cierto lucimiento para conseguir después una faena plena de temple y ligazón conjuntándose toro y torero en una labor desarrollada por ambos perfiles que gustó al respetable; dejo una estocada ligeramente delantera siendo suficiente para hacer doblar y que se le concediera una oreja por abrumadora petición.

Abrió plaza uno de La Soledad defectuoso de cuerna y distraído al principio, que en un par de ocasiones se le coló al torero con el capote. Cubrió el segundo tercio con escaso lucimiento, muleta en mano se dobló suavemente con el astado que perdió las manos varias ocasiones, sin embargo le tomó el ritmo logrando muletazos lentos aunque sin romper la faena, colocó tres cuartos de espada algo atravesada para ser premiado con la oreja.

Con algunos pitos fue recibido el de Atlanga por su menor presencia, teniendo además un comportamiento indefinido de tal suerte que no hubo algo digno de mención con la capa. La cuadrilla banderilleó sin relieve y vinieron los intentos de faena, limitándose a una serie derechista que no trascendió; deja estocada que cala y después otra mejor colocada retirándose en silencio.

Para los tres astados restantes José Luis se cambió y continuó vestido de charro, hasta ahí todo bien pero apareció el de Rancho Seco pitado con fuerza al salir por su falta de trapío y su cara de novillo; además vinieron detalles quizá con buena intención del matador pero que echaron por la borda el buen rumbo del festejo.

Invitó a banderillear a sus hermanos el también matador Angelino de Arriaga y a Gerardo, su peón de confianza; el primero se encontraba en el callejón vestido de civil y así entre los tres banderillearon con poco acierto; el astado cayó a la arena un par de veces y abrevió, la gente molesta pitó al astado en el arrastre.

El de Reyes Huerta gordito pero joven casi pisa al torero cuando lo recibió de rodillas en los medios, luego le dio dos faroles de rodillas expuestos. En un quite y banderillas lució el sobresaliente Rogelio Sánchez, tras lo cual vino el trasteo de Angelino que al rematar una serie con molinete fue alcanzado por el animal recibiendo fuerte golpe, volvió a la carga sólo para buscar la Igualada y conseguir una gran estocada que le valió un apéndice merecido aunque el sensible público pidiera más.

Cerró plaza el de García Méndez no muy corpulento pero con cabeza, regular estuvo el torero con la capa y las banderillas. Por el pitón derecho consiguió los mejores momentos aunque sin alcanzar altos niveles de emoción, sin probarlo por el lado natural entró por uvas logrando una estocada delantera que fue suficiente. De manera exagerada y quizá tratando de recompensar el juez otorgó dos orejas.