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¡Vuelve La Fiesta y el triunfo a Saltillo! (video)

Sábado, 28 Nov 2015    Saltillo, Coah.    Juan Antonio de Labra | Foto: JR Nacif           
Joselito Adame cortó dos orejas y salió a hombros

Contra viento y marea, y la ley en la mano, la fiesta de los toros regresó a Saltillo, la capital de Coahuila, aquí donde nunca debió promulgarse una prohibición antitaurina cargada de rencor, en una ofensiva deleznable a cargo del gobernador Rubén Moreira.

Y hoy, no sólo la razón provino por parte de un juez federal, que concedió los amparos correspondientes para dar toros, sino que se hizo valer el legítimo derecho a la libertad y al trabajo, en una corrida histórica –por todas estas connotaciones– que será un precedente más para continuar con esta digna batalla por la defensa de algo que nos pertenece, y que nadie tiene derecho de arrebatarnos.

Ante este panorama de incertidumbre se impuso la legalidad, y ya cuando un grupo de niños apareció en la arena para dar la vuelta al ruedo antes de que comenzara el paseíllo, aquella imagen tan bonita vino a representar el gozo de estar disfrutando de un evento que depararía emociones.

En ese tenor, desde que el rejoneador Jorge Hernández Gárate salió a torear, demostró que aquí venía por el triunfo, y lo hizo con un gran conocimiento de los terrenos ante un primer toro de la divisa de Guadiana que resultó complicado y exigente.

Pero el caballista potosino lo enceló con autoridad y acabó sometiéndolo sobre los lomos de "Desdén", y más tarde cuando clavó banderillas con "Rafaelito", con el que galopó llevando al toro cosido a la grupa. Y compenetrado ya con su entrega, y la del público, el caballista sacó a "Valladolid", un caballo que atraviesa por su mejor momento de madurez y que tiene una expresión muy torera.

Antes de que Jorge finalizará con su brillante actuación, los Forcados Mazatlecos fallaron en un primer intento de pega, de la que salió conmocionado Carlos Tirado, y al que enmendó Hiram Gallardo en un segundo intento que fue valeroso, pues el toro pegó otro fuerte arreón, como los que había pegado a los caballos de Jorge, durante la pega.

Con el valor y el carácter que le caracteriza, realizó la suerte de "rabillador" el cabo del grupo, René Tirado, que se agarró fuerte y se deslizó con reciedumbre para rematar la suerte en medio de la algarabía del público.

Un certero rejón de muerte colocado por Jorge, que hizo doblar al toro con prontitud, le puso en las manos una oreja ganada a pulso, que paseó orgulloso en la vuelta al ruedo.

Joselito Adame toreó con suavidad a un toro noble y bueno de San Isidro, el primero de la lidia ordinaria. La madurez del hidrocálido afloro en una faena estructurada y tersa en la que hizo gala de atinada colocación y ritmo, y que aderezó con muletazos clásicos. Una estocada en lo alto le abrió la puerta grande, ya que le concedieron dos orejas.

Con el otro toro, de Rosas Viejas, muy bien enlotado por cierto, la historia ya no fue lo mismo porque el ejemplar se defendió, lo que ya había anunciado desde que saltó al callejón rehuyendo ostensiblemente le pelea. Joselito abrevió sin más, aliviándose, pues la verdad no tenía ni caso plantarle cara al toro de su amigo Fernando Topete.

Diego Silveti sudó la ropa con orgullo y actitud, y padeció otro golpe fuerte del segundo toro de su lote, también de Rosas Viejas, que pegó un inesperado brinco por encima del burladero, y de su cabeza, para caer de bruces en el callejón, y que más tarde no dio opciones de lucimiento.

Porque ya al primero le había hecho fiestas, pero sin llegar a redondear, ya que el de San Isidro se quedaba un tanto corto en sus embestidas y acudía a la muleta con la cara un tanto alta. Así que al final regaló un sobrero de Guadiana, que fue manejable, y con el que se afanó en triunfar hasta que consiguió cortarle una oreja que lo motivó en esta tarde de su debut en Saltillo.

El que realizó una faena luminosa y con mucho calado entre el público fue Fermín Espinosa "Armillita IV", que se topó con un toro de San Isidro que tuvo clase, corrido en séptimo lugar, y al que, en quites, cuajó unas saltilleras de una elegancia magnífica, con un estilo muy suyo, cargado de naturalidad.

Y a ese quite tan señero siguió una faena tersa, de claridad de ideas y colocación precisa, en la que toreó con elegancia en medio de la entrega total de un público que le gritó "¡torero, torero!" a lo largo de distintos pasajes del trasteo.

Los naturales, los redondos, los cambios de mano y otros adornos, como ese desplante de arrojar la muleta con desmayo a la arena, dieron redondez a una obra que no pudo rematar al primer viaje con la espada. A pesar de haber señalado un primer pinchazo y una estocada envainada, antes de la estocada definitiva, la gente le pidió una oreja con fuerza y se la concedieron.

En el otro toro de su lote, el torero de dinastía, un toro de Rosas Viejas, descastado, Fermín se había afanado en agradar hasta que el toro acabó parándose por completo.

Y si la estampa final de Joselito Adame a hombros fue sólo el resumen de una tarde entretenida y animada por la Banda de Zacatecas, el triunfo verdadero fue haber celebrado esta corrida de hoy en Saltillo en homenaje a la libertad, esa que no podemos permitir que nos sea arrebatada por capricho de un político desnortado.

Ficha
Saltillo, Coah.-  Plaza Fermín Espinosa "Armillita". Tres cuartos de entrada en tarde fría, con densa neblina al final. Dos toros de Guadiana (1o. de rejones y 8o., de juego desigual); dos de San Isidro (2o., 3o. y 7o.,  nobles y manejables, sobresalió el segundo por su clase) y tres ejemplares de Rosas Viejas (4o., 5o. y 6o., muy bien presentados pero descastados en su conjunto). Pesos: 470, 437, 440, 505, 517, 475, 480 y 505. Jorge Hernández III: Oreja. Joselito Adame (celeste y oro): Dos orejas y silencio tras aviso. Diego Silveti (purísima y oro): Palmas con petición tras aviso, ovación tras aviso y oreja en el de regalo. Fermín Espinosa "Armillita IV"(manzana y oro): Silencio y oreja. Incidencias: Los Forcados de Mazatlán realizaron una buena pega al segundo intento, a cargo de Hiram Gallardo. En el primer intento resultó conmocionado Carlos Tirado, que fue a la cara. Se recuperó en la enfermería donde le fueron aplicados varios puntos de sutura en una ceja. Al finalizar el paseíllo se rindió homenaje a Baldemar "Ticho" Saucedo, aficionado fallecido recientemente. Su viuda recibió el reconocimiento y un óleo del artista plástico Gerardo Valdez.

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