El ambiente navideño comienza a manifestarse en los hogares, señal inequívoca de que entramos de lleno a la etapa recta final de este 2015, un año en el que hemos tenido distintas revelaciones en materia taurina y que algunas de ellas han podido dejar su huella en México.

Quizá el torero revelación del año sea el peruano Andrés Roca Rey. Llevaba poco más de tres años luchando en Europa, de la mano de su mentor José Antonio Campuzano, pero fue hasta este 2015 cuando, tras abrir la puerta grande de Las Ventas de Madrid, se dio a conocer de "golpe y porrazo" a todo el planeta de los toros.

Comenzó así una onda expansiva que lo llevó a sumar fechas en los principales cosos del Viejo Continente y, de la mano de los triunfos, llegó a una alternativa de lujo en el Coliseo de Nimes, de manos de Enrique Ponce, no sin antes batallar con una lesión en la mano que complicaba poder estar listo para el doctorado.

Ahora, en suelo mexicano, Roca Rey ha dejado ver su proyección de figura, cimentada en una técnica bien aprendida y envuelta en la gran ambición que el peruano deja patente en los ruedos, una quietud que asombra pero sin estar exento del talante artístico que llena el sentimiento.

Sin lugar a dudas que el matador revelación del año es Alberto López Simón, como lo dejan de manifiesto las tres salidas consecutivas por la Puerta Grande de Las Ventas de Madrid, así como las sólidas actuaciones desarrolladas en otros cosos de la geografía europea.

Como aire fresco al escalafón español y mundial, López Simón aparece en el plano de lo más destacado en este 2015, basado siempre en la quietud de zapatillas, un sereno valor y la técnica sólida, además de una personalidad muy especial que cala en los tendidos de las plazas de toros.

A punto estuvimos de verlo en México, pues fue anunciado en Guadalajara, pero una lesión de pulgar lo impidió. No nos queda duda, sin embargo, que el joven torero madrileño pronto estará frente a la afición mexicana y podrá arrancar una nueva historia en nuestro país.

El que debutó en México y causó un gran impacto fue Diego Urdiales, que sustituyó a Ponce el pasado domingo en la capital de la República y se reveló ante nuestro público, que se le entregó sin cortapisas. Y aunque no es un torero joven, ha luchado mucho por salir adelante siempre con la fidelidad a un concepto, y ahora todo está teniendo su recompensa.

Una campaña destacada en Europa, donde sobresalió el triunfo de tres orejas en Bilbao, ha ofrecido un panorama nuevo para Diego Udiales, a quien la revolución le está haciendo justicia. Con el sello de la pureza y la naturalidad, el riojano sigue adelante y ya "pidió mano" para convertirse en un torero del completo gusto para México.

Volveremos a verlo el 29 de este mismo mes en el coso de Insurgentes y seguros estamos que convocará a una buena cantidad de público, pues el aroma que dejó la tarde de su confirmación es de los que permanecen inmutables a través de los tiempos. Y más allá de las orejas, el dejar huella es lo más importante en el toreo... y en la vida.