Enriquecedora sin duda fue la visita del matador Salvador López a la Universidad Panamericana en días pasados, sobre todo porque pudo departir con los jóvenes de la materia que impartimos en esta casa de estudios y darles a conocer aspectos de la Fiesta desconocidos para muchos de ellos.

En este sentido, nos vino a la cabeza lo importante que es conocer para poder opinar mejor, o bien tener un punto de vista con mayores fundamentos. Varios de nuestros alumnos se decantan más por el antitaurinismo, pero escucharon con interés los argumentos presentados por el torero.

Y así, su rostro iba cambiando cuando conocían un poco sobre la vida y crianza del toro bravo, acerca del hondo sentido de su muerte en el ruedo y, asimismo, en lo referente al talante artístico del toreo, el cual no necesariamente se percibe de inmediato.

Los chicos se notaban interesados y naturalmente querían mayores explicaciones... deseaban conocer. Y esta actitud creemos debe ser la de todo aquel que se considere en contra del toreo sin conocerlo en realidad. Para opinar, hay que conocer; parece obvio, pero vemos que no siempre es así.

Ya después podrás estar en contra o a favor, pero primero hay que conocer un poquito del tema. Así entonces, esa opinión tendrá mayores fundamentos, con argumentos verdaderos. Finalmente en la vida hay tesis opuestas, filosofías contrarias o ideologías diversas.

Pero opinar sin conocer es caer en un error que resulta prácticamente infantil. Viva la libertad, y todos tenemos el derecho de expresar un punto de vista, pero estamos ciertos que éstos deben tener fundamento y bases de realidad, lo cual solamente se logra con conocimiento y no quedándose en el terreno de lo superficial.

Pero siendo sinceros, y sin entrar en la generalización, son pocos los antitaurinos que conocen el sentido profundo de la Fiesta y la cantidad enorme de información contextual que la acompaña desde siempre. Además, no olvidemos que la sociedad actual está impregnada de materialismo y pérdida del sentido simbólico de la vida.

Los taurinos no pedimos más que respeto, ante la llamada "intolerancia" que los que se llaman "tolerantes" manifiestan en cada segundo de hoy. "Vive y deja vivir", reza una frase de la filosofía antigua, y nos parece muy ad hoc. Si no te gustan las corridas... no vayas, pero no pretendas prohibirlo a los demás.

Y aunque la charla de Salvador López pudo o no haber cambiado el punto de vista de varios de los alumnos, sí por lo menos les dotó de mayor información para poder generar un juicio de valor. Lo más importante fue el interés de los muchachos, actitud que muchos otros deberían de imitar.