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Crónica Reciente

Antonio Barrera triunfa con oficio en Guadalajara
Domingo, 09 Nov 2008 | Guadalajara, Jal.
Fuente: Fernando Barrera / Corresponsal
      

La diferencia entre triunfar y quedarse a punto de conseguirlo, muchas veces estriba en el fondo que pueda tener o no determinado torero. En este caso, Antonio Barrera demostró que, además del valor acostumbrado, atraviesa por una interesante etapa de madurez taurina en la que el frenético arrebato da paso a la claridad de ideas.

Así fue como le arrancó una oreja de peso al tercero, un toro serio y un tanto tardo, al que a base de sitio y sometimiento, hilvanó pases que construyeron una faena de menos más, que terminó conjuntando el afán de triunfo del torero con la nobleza de un toro.

El detonante del trasteo fueron un par de dosantinas, muy despaciosas, cerca de tablas, que hicieron romper al público por completo y entregarse sin reserva a la paciencia que el torero había desplegado delante del toro a lo largo de toda la faena.

Y como mató de una estocada de buena ejecución, que hizo doblar al toro con prontitud, la gente pidió la oreja con insistencia, merecido premio a la actitud y el esfuerzo desplegados por el sevillano, que no pudo redondear triunfo con el deslucido sexto, que ofreció muy pocas posibilidades de lucimiento.

El Conde tiene carisma y le llega al público con facilidad. Su faena más atractiva, la hizo al toro que abrió plaza, un ejemplar reservón, que metía la cara humillado y con transmisión, pero exigía, a la misma vez, hacerle las cosas con solvencia. Fue así como logró series con la derecha que calaron en el tendido, aunque le faltó un puntito más de redondez para que, después de una gran estocada, le concedieran la oreja que tenía ganada.

Con el cuarto, que fue bravo de salida y tuvo clase, El Conde se prodigó en banderillas y emocionó mucho a la gente por su espectacularidad. Cuando parecía que aquello iba a ser de triunfo grande, la ilusión del público vino a menos porque el toro se destroncó demasiado al clavar los pitones en la arena y llegó diezmado a tercio final, donde el torero ya no estuvo igual de centrado y la faena vino a menos.

Y como no se quería ir de la plaza a pie, intentó regalar un toro fuera de reglamento y se lo impidieron. Otra vez será. Muchos aficionados recuerdan las mejores faenas del tapatío con toros de regalo.

Había interés por ver a Humberto Flores, que a pesar a ser de esta tierra, tenía doce años sin pisar el “Nuevo Progreso”. Sin embargo, sus buenas intenciones en esta reaparición, se estrellaron con un lote complicado, incluso con el sobrero que regaló en séptimo lugar. Y como no estuvo fino con la espada, le cayeron encima.

Ficha

Segunda corrida de la temporada. Un cuarto de entrada en tarde agradable. 6 Toros de San Isidro, bien presentados en su conjunto, de juego desigual. Sobresalieron 3º y 4º por su calidad. 1 de  Reyes Huerta (7º), de regalo, complicado. Pesos: 475, 530, 520, 545, 545, 510 y 510 kilos. Alfredo Ríos “El Conde” (obispo y oro): Ovación en ambos. Humberto Flores: (negro y oro): Pitos, palmas y silencio en el de regalo. Antonio Barrera (blanco  oro con remates negros): Oreja y palmas tras aviso. Destacó en varas David Vázquez. En banderillas, saludó Diego Martínez.

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