La primera corrida en Latacunga acabó con ambiente festivo, gracias a que en la segunda parte del festejo, tanto el rejoneador Diego Ventura y el matador David Fandila "El Fandi" cortaron sendas orejas que devolvieron el entusiasmo a un público que alentó a los toreros durante toda la tarde.

Y merece una mención especial la presentación de los toros de tres hierros distintos, que además dieron buen juego en su conjunto, de los que destacó la transmisión del que abrió plaza y la gran clase del cuarto.

Y cada uno en su modalidad ofreció variedad y espectáculo, aunque se echó en falta, por parte de El Fandi, una mayor entrega para cuajar al cuarto, porque al margen de su variedad capotera, sus consabidos y fulgurantes pares de banderillas, lo que verdaderamente hubiese sido importante era cuajar al toro de Triana corrido en cuarto lugar.

Sólo en contados pasajes de la faena consiguió torear con largueza y temple, y otros se afanó en conquistar al público con diversos recursos, ya después de que al primer toro de su lote, que embestía despacio y sin emplearse, lo pasó de muleta sin demasiado ceñimiento. Eso sí, lo banderilleó muy bien, en distintos terrenos, lo que le congració con un público compuesto, mayoritariamente por aficionados quiteños.

De haber matado con eficacia al primer toro de la tarde, Diego Ventura hubiera cortado una oreja, tras una entonada faena delante de un toro que tuvo transmisión y con el que deleitó a la gente montando a "Oro", el expresivo caballo bayo con el que galopó de costado. También frente a este ejemplar que abrió el festejo expuso desde el comienzo de la lidia sobre los lomos de la ágil yegua "Cigarrera".

En el tercero, un toro colorado y corto de manos, de Rumiquincha, se emplecó a fondo y le sacó provecho a pesar de que tendía a quedarse un poco parado debido al exceso de kilos que cargaba. Y montando a "Morante" la gente terminó de entusiasmarse con los característicos mordiscos de un caballo que tiene arrojo para ir a la cara del toro a realizar este detalle que levanta pasiones en el tendido.

Un certero rejón de muerte puso fin a la lidia del colorado, y fue así como le concedieron una oreja solicitado por la mayoría, luego de una actuación solvente que gustó mucho al público.

Al final del festejo la gente salió contenta de la plaza y esperando que mañana, en el mano a mano entre Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, los toros de Triana y Huagrahuasi ofrezcan las mismas prestaciones que los toros de estos hierros para ver un gran evento de dos toreros artistas que hoy presenciaron la corrida como espectadores.