"Todavía tengo cosas que expresar": Ortega
Regresa a los ruedos tras una ausencia de varios años
El matador Carlos Ortega actuará otra vez en público el día de mañana en Yuriria, luego de varios años de ausencia, y se siente motivado de volver a pisar cosos de México donde en las próximas semanas hará una breve campaña que lo mantiene muy entusiasmado.
"Nunca he dejado de ir al campo y de prepararme, pues aunque en España no he toreado en los últimos años, uno siempre se siente torero y ama la profesión que tantos años se desempeñó con una gran vocación. Luego la vida da muchas vueltas, y aquí estoy ahora, con ganas de que llegue la hora de partir plaza el día de mañana", afirma Carlos Ortega.
En esta corrida de Yuriria, el torero capitalino comparte créditos con el rejoneador Rodrigo Santos, Rafael Ortega y Jorge Sotelo, además del novillero Emiliano Villafuerte, quienes lidiarán ejemplares de Guanamé.
La idea de volver a torear de luces surgió porque en los últimos dos inviernos ha hecho campo en diversas ganaderías cercanas a Sevilla, y se ha sentido tan bien que pensó que sería muy agradable volver a torear, según explica:
"He podido hacer campo con más continuidad y ello me ha permitido volver a esas sensaciones de estar delante de una vaca, de un novillo o un toro, y cuando te sientes a gusto no te cambias por nadie; torear bien, que no es fácil, provoca una sensación infinita de placer. Es como una droga que nunca quieres dejar. Y aquí estoy, pues, otra vez en este intento de torear para disfrutar. Siento que todavía tengo cosas que expresar como torero y no las quiero dejar en el tintero".
En días pasados ha tenido oportunidad de matar dos toros de la ganadería de Santoyo, en la finca del matador Jorge Sotelo, además de la preparación que ya había hecho en España antes de viajar a México.
Cabe mencionar que desde hace diez años se fue a vivir a España, donde abrió dos tiendas de muebles mexicanos que se fabrican en Jalisco, y también otra tienda en Madrid, en la zona de Las Rozas, que cerró el año pasado debido a la la crisis económica. A pesar de ello, y con sus negocios funcionando con éxito, habiendo superado distintos obstáculos, ahora Carlos siente una vez más el llamado del toro para hacer lo que más le gusta en la vida.
"Nunca he dejado de ir al campo y de prepararme, pues aunque en España no he toreado en los últimos años, uno siempre se siente torero y ama la profesión que tantos años se desempeñó con una gran vocación. Luego la vida da muchas vueltas, y aquí estoy ahora, con ganas de que llegue la hora de partir plaza el día de mañana", afirma Carlos Ortega.
En esta corrida de Yuriria, el torero capitalino comparte créditos con el rejoneador Rodrigo Santos, Rafael Ortega y Jorge Sotelo, además del novillero Emiliano Villafuerte, quienes lidiarán ejemplares de Guanamé.
La idea de volver a torear de luces surgió porque en los últimos dos inviernos ha hecho campo en diversas ganaderías cercanas a Sevilla, y se ha sentido tan bien que pensó que sería muy agradable volver a torear, según explica:
"He podido hacer campo con más continuidad y ello me ha permitido volver a esas sensaciones de estar delante de una vaca, de un novillo o un toro, y cuando te sientes a gusto no te cambias por nadie; torear bien, que no es fácil, provoca una sensación infinita de placer. Es como una droga que nunca quieres dejar. Y aquí estoy, pues, otra vez en este intento de torear para disfrutar. Siento que todavía tengo cosas que expresar como torero y no las quiero dejar en el tintero".
En días pasados ha tenido oportunidad de matar dos toros de la ganadería de Santoyo, en la finca del matador Jorge Sotelo, además de la preparación que ya había hecho en España antes de viajar a México.
Cabe mencionar que desde hace diez años se fue a vivir a España, donde abrió dos tiendas de muebles mexicanos que se fabrican en Jalisco, y también otra tienda en Madrid, en la zona de Las Rozas, que cerró el año pasado debido a la la crisis económica. A pesar de ello, y con sus negocios funcionando con éxito, habiendo superado distintos obstáculos, ahora Carlos siente una vez más el llamado del toro para hacer lo que más le gusta en la vida.
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