Liber taurus: "Zotoluco, la apuesta de un sueño"
Viernes, 03 Ene 2014
Quito, Ecuador
Santiago Aguilar | Opinión
La columna de este viernes
Desde hace varios meses, la bibliografía taurina cuenta con una nueva obra documental que refiere con fluida prosa y cuidadoso registro, la trayectoria, sin duda brillante de uno de los matadores de toros más representativos de México, hablamos de Eulalio López "Zotoluco", un guerrero de los ruedos que surgió de las bases mismas de la Fiesta para a fuerza de carácter convertirse en una leyenda viviente de la coletería azteca.
El libro editado por la Fundación Marrón circula tras sucesivas e importantes presentaciones en Madrid en el mes de mayo; en noviembre en la Ciudad de México, y hace muy pocos días en California, Estados Unidos.
El autor de esta obra, titulada "Zotoluco, la apuesta por un sueño", es el periodista Juan Antonio de Labra Madrazo, que para avanzar en el texto biográfico sostuvo largas conversaciones con el torero para conocer los detalles de su carrera de más de mil corridas toreadas.
El libro contiene un prólogo del político –y gran aficionado– Genaro Borrego Estrada, y está ilustrado con un interesante material fotográfico que grafica en ocho decidores capítulos y un anexo estadístico las distintas etapas de la trayectoria del torero de Azcapotzalco desde la fecha de su alternativa en San Buenaventura, Coahuila en julio de 1986, hasta nuestros días, seguimiento elaborado por Carlos Kreimerman.
Este notable aporte a las letras taurinas se complementa con un DVD con una edición de algunos de los momentos estelares de las faenas de Zotoluco, tanto en México como en España como fotografías inéditas.
El escrito genera importantes comentarios como el del periodista español Fernando Fernández Roman quien al valorar la forma y contenido de la obra señala que:
"A Eulalio López Díaz, anunciado en los carteles con el nombre de 'Zotoluco', ustedes lo conocen sobradamente, porque habrán tenido oportunidad de verle en el ruedo frente al toro. Con esto quiero decir que conocen al torero y, en este sentido, tendrán de él una muy personal valoración. Lo que desconocerán son las circunstancias que lo han traído hasta aquí, sus penurias y sus gozos, sus ilusiones y sus decepciones, sus amores y desamores, sus amaneceres y sus ocasos. En definitiva, la lucha permanente por alcanzar unos objetivos, unas veces 'picando piedra', como gráficamente se cuenta en el libro, otras disfrutando de su belleza labrada y varias veces más volviéndola a picar.
De la vida y milagros de Zotoluco trata el libro que ha elaborado un periodista de reconocido prestigio y un entrañable amigo: Juan Antonio de Labra; un periodista joven, a pesar de que su cabello tenga una tonalidad santacolomeña. Si el torero protagonista de su obra desciende de una familia de vaqueros, de gente 'campirana', como se le dice en México a los campesinos, la de Juan Antonio le proporcionó (por vía materna) dos apellidos de sonoro acento taurino en aquél país: Madrazo y Solórzano, el primero perteneciente a la familia ganadera que puede considerarse uno de los cuatro puntales del campo bravo mexicano, y el segundo el de una dinastía de toreros que paseó por el mundo el temple en sus muñecas. Únase a esta extraordinaria dotación genética la de un padre español que tenía por afición (pasión, más bien) aventurarse en los sonidos negros del flamenco entre la prima y el bordón de una guitarra, y comprenderán que, también, su apuesta y su sueño, inevitablemente le habrían de conducir a una estrecha vinculación con el mundo de los toros, afortunadamente para los aficionados, en el campo de la información taurina".
Una de las episodios que en mayor medida llaman la atención al leer la biografía del gran Zotoluco es la gesta histórica llevada a cabo en el año 2002 cuando se decidió a lidiar y estoquear la camada completa de Miura, apuesta extrema con matices de hazaña para lograr abrirse paso y buscar espacio en los carteles. El emocionante trance es referido por de Labra de la siguiente manera:
“El planteamiento de esta campaña europea se fundamentó en las plazas importantes donde había conseguido triunfos recientes. Pero no era fácil que Zotoluco entrara en estos cerrados circuitos taurinos en corridas buenas o acartelado con figuras. El único camino era seguir en la línea en la que había convencido, es decir enfrentando las corridas duras. No había otra opción.
Y fue así como José Manuel Espinosa, su apoderado, se inventó la propuesta de matar la camada completa con el temido hierro de la "A" con asas.
El propósito era realizar una gesta única que, sin lugar a dudas, le iba a granjear mucho respeto tanto en Europa como en México”
Eulalio López, al cabo de once años del duro trance, desde otra perspectiva, recrea aquellos tiempos con las siguientes palabras:
"Creo que haber matado entera la camada de Miura fue algo muy importante en mi vida; una experiencia que marcó sin duda mi trayectoria y que me dio el respeto de los profesionales y de los públicos de España y Francia. Afortunadamente de todas estas corridas tan duras salí sin ningún rasguño, algo que ya es decir porque el riesgo aumenta cuando se lidian toros de esta ganadería. Así que me siento muy orgulloso de haberlo hecho y me parece que con el paso del tiempo va a aumentar por haber logrado esta hazaña"..
Ya con consideración y la valoración de propios y extraños Zotoluco continuó su andadura con la gente mirándolo de otra manera, había logrado respeto y consideración, que en el mundo de los toros, no es poco. Como dato curioso vale la pena subrayar la confesión del torero tras aquella temporada: “De hecho yo me fui a España sin canas y regresé con algunas. Me acostumbré a vivir con la presión".
El caso es que Eulalio López "Zotoluco", el torero, y Juan Antonio de Labra, el periodista, juntos, nos conducen por un camino emocionante, intenso, cargado de idas y vueltas; nos llevan por una ruta asombrosa en la que el valor, la afición, la honestidad y la perseverancia se suman para formar un torero ejemplar.
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