La primera corrida de la Temporada Grande fue, una vez más, el gran escaparate para un torero que no cree en nadie: Arturo Saldívar, que se prodigó en faenas de mucha garra, y si no salió a hombros fue porque el tercer toro de la tarde prolongó su agonía y los ánimos se enfriaron un poco para premiar el despliegue de entrega del hidrocálido con la concesión de una segunda oreja.

Y si al final de la corrida sólo se cortó este solitario apéndice fue porque a Arturo le faltó contundencia con el acero en una tarde en la que José Mauricio y Alejandro Talavante bosquejaron detalles de gran calidad, y una faena más redonda, la del extremeño, realizada con el quinto toro de la larga función, al que no pudo matar con eficacia.

El buen ambiente y la entrada que registró el coso, con tres cuartos de entrada en los tendidos numerados y un cuarto en los tendidos generales, no se vio del toro recompensada con el corte de trofeos, pero sí con la entrega de los diestros que, en términos generales, estuvieron por encima del juego del encierro de Barralva, del que quizá esperaban más.

Porque sólo el tercer ejemplar, colorado de capa, fue el toro que mantuvo un mayor tono de duración y fue también porque Saldívar no se la pensó nunca y se plantó con mucha autoridad delante de los pitones para hacer una faena de cercanías, de valiente arrimón, en la que extrajo muletazos limpios, con gran pulso, sobre todo una serie de naturales de excelente acabado.

Las dosantinas, los redondos y cambios de manos, fueron el realce perfecto de una obra de mucho calado en el tendido, que vio con mucho agrado la ambiciosa actitud de Saldívar que se prolongó durante el sexto y también en el octavo, pues se animó a regalar un toro para no dejarse nada en el tintero.

Con casi tres años de alterantiva y una sólida madurez, Arturo demostró que además tiene oficio y sitio, de tal forma que sólo falta que un toro le embista de verdad para verlo cuajar ese trasteo grande que espera la afición capitalina, a la que ya tiene bien acostumbrada con tardes de mucha entrega, como la que firmó el día de hoy.

Otra de las faenas interesantes de la tarde corrió a cargo de Alejandro Talavante, que se sobrepuso al sabor amargo de ver caído a su banderillero Juan José Trujillo, que hoy se estrenaba en su cuadrilla tras andar varios años con José Mari Manzanares. Y una vez que se centró con el quinto ejemplar, un toro manso de buen estilo, lo metió en la muleta y le dio muletazos con su abigarrado estilo que tanto gusta a la afición de La México.

El trazo largo del extremeño, que siempre tiene el sentimiento a flor de piel, valió escuchar olés desgarrados, que se extendieron en las series por ambos pitones, siendo los naturales los que tuvieron más eco entre el público capitalino.

A diferencia de otras ocasiones, se nota que Talavante ha afinado mucho su técnica con la espada y hoy entró a matar con ligereza y facilidad, aunque no le alcanzó para haber tocado pelo. Sin embargo, dejó buen ambiente de cara a una nueva comparecencia en la segunda parte de la campaña del coso de Insurgentes.

José Mauricio dejó detalles de calidad delante del cuarto, un toro que apuntó cosas buenas hasta que terminó parándose y cortando el viaje por el pitón izquierdo. Antes de que eso ocurriera, el torero de Mixcoac trazó muletazos con temple y calidad, que miró desde el palco de la empresa el maestro Paco Camino, ídolo de la afición de México, al que Mauricio había brindado su faena.

Otros detalles importantes cuajó José Mauricio como fueron un ajustadísimo quite por gaoneras, otro muy terso por chicuelinas y otro más, por caleserinas, en un toro de un compañero, pero sin que pudiera redondear más con la muleta, lo que se antojaba más factible en ese cuarto ejemplar, pues el toro que abrió plaza resultó deslucido y hasta le propinó un peligroso achuchón cuando en un muletazo le metió el pitón en la chaquetilla y lo zarandeó de mala manera.

Al final de la larga jornada dio la impresión de que no supo a mucho la corrida, salvo por la desmedida ambición de Arturo Saldívar que es un gallo que tiene bien amarradas las navajas y dará mucha pelea en las próximas semanas en las corridas que tiene contratadas.