El colombiano Luis Bolívar y Federico Pizarro, exitosamente cerraron la feria y abrieron la puerta grande de la plaza Jorge "Ranchero" Aguilar, al cortar cuatro y dos orejas respectivamente por su actuación durante la cuarta corrida del serial, en la que Alejandro Amaya obtuvo un apéndice.
Toda la tarde Bolívar dio muestra de su sitio y torerismo desde que enfrentó al tercero, abanto de salida y distraído durante la lidia, lo sujetó con el capote hasta recetarle lances a pies juntos de buena ejecución y hubo un puyazo fuerte con el que se asentó algo. Sin embargo, Luis tuvo que echar mano de la técnica iniciando su faena con doblones, que ya luego se tornarían en ayudados echando el engaño abajo y dejándolo en la cara consiguiendo ligazón, aprovechó cada embestida para sacarle partido sin dejarlo ir incluso se adornó con manoletinas, la estocada entera culminó con la vida del animal concediéndose las dos orejas, creemos que con una ya estaba bien, como bien estuvieron los pitos para el burel en el arrastre.
En el sexto toro dejó ver su falta de casta desde que apareció en la arena, y costó trabajo picarlo y banderillearlo. Asímismo, cuando Bolívar cogió la muleta e iba hacia adelante, el toro reculaba invariablemente ocasionando que todo quedara en las buenas intenciones, así que antes de entrar a matar anunció uno de regalo de la misma ganadería.
El de regalo tampoco ofreció muchas posibilidades al empezar embistiendo con las manos por delante, siendo la lidia un tanto desordenada sobre todo en el segundo tercio; el torero se fue a los medios donde aguantó en dos angustiosos pases cambiados por la espalda, luego impuso condiciones al toro que se fue entregando para que la faena subiera de tono; todo lo hizo Bolívar que tuvo detalles de gran torerismo improvisando en la cara con lucimiento, empañó esta labor con un bajonazo mismo que no fue tomado en cuenta pues le premiaron con dos orejas. En su recorrido al anillo fue acompañado por el ganadero sin razón para ello.
Se advierte la recuperación en la carrera de Federico, con disposición recibió de rodillas al cuarto cómodo de cabeza, de buen lado derecho y algo rajado al final; igualmente de hinojos dio inicio con muletazos por alto prendiendo el entusiasmo, sus series de ayudados tuvieron buen trazo mas como el morito se empezó a rajar, intercaló algunos adornos para mantener el ritmo del trasteo en el que destacó el empeño del capitalino por agradar. Pinchó antes de dejar una estocada entera y los pañuelos demandaron la premiación, ésta fue de dos orejas aunque nos parece que una era suficiente; contento Federico por el resultado invitó al ganadero a compartir la vuelta.
También es justo consignar que el toro abreplaza fue el mejor, bravo y emotivo, fue aplaudido por su trapío al salir y rumbo al destazadero, empujó y peleó con bravura en varas donde lució Rodolfo Acosta recibiendo una gran ovación; sin embargo no permitía errores por lo que fue necesario llevarlo con pulso y metido en el engaño, Federico lo hizo para poder correr la mano derecha en una faena que mantuvo el interés de la gente pues se sentía el peligro, fue por ese lado que le vimos los mejores momentos, señaló un pinchazo antes de gran estocada y al parecer no se aquilató la labor del diestro que únicamente escuchó palmas.
Cornicorto fue el segundo al que Alejandro Amaya, que toreó aceptablemente a la verónica, y desde los primeros pasajes de su faena lo llevó con largueza por el pitón derecho, entonado con las buenas embestidas del animal, que desafortunadamente se empezó a escupir del engaño. Tras un pinchazo antes de tres cuartos de espada, albearon los pañuelos en demanda de la oreja que fue concedida y debido a las protestas se la guardó el torero.
Castaño de buena presencia fue el quinto alegre de salida, Amaya toreó bien por verónicas y conforme transcurrió la lidia se tornó indefinido; la faena no llegó a entusiasmar y si agregamos las fallas con los aceros, transcurrió el tiempo sonando un aviso tras el que Alejandro se retiró en silencio y para el burel se ordenó arrastre lento.
Tlaxcala, Tlax. Cuarta corrida y quinto festejo de feria. Plaza Jorge "Ranchero" Aguilar. Dos tercios de entrada en tarde fresca con algunas ráfagas de viento. Siete toros (el 7o. como regalo) de José María Arturo Huerta de buena presencia y juego desigual, de los que destacaron 1o. y 5o., éste premiado con arrastre lento. Pesos: 475, 480, 480, 470, 500, 500 y 480 kilos. Federico Pizarro (grana y oro): palmas y dos orejas. Alejandro Amaya (negro y oro): oreja con protestas y silencio tras aviso. Luis Bolívar (verde manzana y oro): Dos orejas, silencio y dos orejas en el de regalo. Destacaron los picadores Rodolfo Acosta y César Morales y el banderillero Gustavo Campos.