Veteranía y juventud, buena mezcla (video)
Domingo, 30 Sep 2012
Pachuca, Hgo.
Juan Antonio de Labra | Foto: Sergio Hidalgo
Zotoluco y Juan Pablo compartieron la primera puerta grande de la Feria de Pachuca
La Feria de Pachuca comenzó con el pie derecho, y los triunfos de Eulalio López "Zotoluco" y Juan Pablo Sánchez, lo que incidió positivamente en el entusiasmo del público que hizo una magnífica entrada que rozó el lleno, para ver esta atractiva combinación de la que también formaba parte Enrique Ponce.
Y de este balance tan grato que tenía el cartel, surgieron cosas positivas ya que la veteranía es el mejor complemento de la juventud o viceversa, según se mire, desde luego.
No había pasado mucho hasta que apareció el cuarto de la tarde sobre la arena, el toro más potable de un encierro desigual en presentación y juego, que terminó embistiendo con más transmisión que sus hermanos. Y como Zotoluco no había podido destacar con el manso ejemplar que abrió plaza, al que hizo una faena breve y concisa, aquí sí echó mano de todos sus recursos para levantar el ánimo de la gente.
Desde el valiente saludo de capote, mediante una larga cambiada de rodillas en tablas, pasando por los lances a la verónica –rematadas con una bonita media a pies juntos– y las chicuelinas al paso para llevarlo al caballo, el público entendió que aquello tenía miga.
La lidia del toro en banderillas fue por nota: un puyazo arriba, medido y torero, por parte de Nacho Melendez; la lidia precisa y templada por parte de Sergio González, y los pares de banderillas que clavó Cristhian Sánchez, con facilidad y en su sitio.
Y con la misma entrega discurrió la faena, dotada de estructura, mando y temple, en la que brillaron redondos y naturales de buen acabado, ante un toro que exigía, porque a veces miraba un poco al torero. Pero como todo cuanto hizo el de Azcapotzalco tuvo el denominador de la firmeza, acabó imponiendo su ley a cada palmo del trasteo.
Los molinetes, varios desdenes y hasta un oportuno desplante en el que arrojó los trastos a la arena, Eulalio anduvo muy seguro, ya cuando la gente había disfrutado de la reciedumbre de su faena. A la hora de matar colocó una estocada entera, un poco desprendida, de limpia ejecución y fue así como le otorgaron dos merecida orejas que dieron importancia a la corrida.
Cabe señalar que este toro lo brindó Eulalio al señor gobernador de Hidalgo, José Francisco Olvera Ruiz, a quienes todos los taurinos debemos de estar agradecidos por el empujón tan significativo que está dando a la fiesta de los toros que goza de mucha raigambre en este Estado de la República Mexicana. En el momento del brindis, la gente tributó una sentida ovación al mandatario, como debe de ser.
Tanto Enrique Ponce como Juan Pablo Sánchez se habían esforzado delante de sus primeros toros, uno, el segundo, que fue deslucido y se paró pronto, y otro casi inválido, que no permitió al hidrocálido mostrarse.
En el quinto, Ponce metió el acelerador a fondo, espoleado sin duda por el triunfo de Zotoluco en el toro anterior, y fue así como hizo una faena de menos a más en la que poco a poco fue metiendo al de Arroyo Zarco y también al público en su experimentada muleta.
Las series por ambos pitones, en las que toreó girando sobre los talones y en un palmo de terreno, gustaron a la concurrencia que vio su encomiable labor con muy buenos ojos. Sin embargo, el premio no llegó a sus manos porque mató de un pinchazo hondo y un golpe de descabello que estuvo precedido de una mareadora rueda de peones. De cualquier manera, la gente agradeció su actitud y lo llamó a saludar una cariñosa ovación en el tercio.
El sexto era un toro reunido, bajo, pero un tanto corto de cuello, que llegó a la muleta de Juan Pablo Sánchez sin transmisión. No obstante, el hidrocálido tiró de su consabido valor, se paró cerquita de los pitones y se inventó una faena valiente, de pulso y trazo –que son su sello– y fue así como volvió a levantar la algarabía en el tendido.
A fuerza de quedarse quieto y aguantar frenazos del toro, Sánchez consiguió robarle muletazos largos y templados que el público coreó con intensidad y como mató de una soberbia estocada, el juez no tuvo más remedio que entregarle una segunda oreja que fue solicitada por la mayoría.
A hombros salieron de la plaza "Vicente Segura", satisfechos tras el deber cumplido, en una atractiva imagen en la que la veteranía y la juventud representaron la época tan esperanzadora que vive el toreo de México.
Ficha Pachuca, Hgo.- Plaza "Vicente Segura". Casi lleno en tarde agradable. Toros de
Arroyo Zarco, disparejos en presentación y escaso juego en su conjunto, de los que destacó el 4o. por su transmisión. Pesos: 480, 465, 490, 505, 519 y 500 kilos.
Eulalio López "Zotoluco" (tabaco y oro): Palmas y dos orejas.
Enrique Ponce (azul celeste y oro): División y ovación.
Juan Pablo Sánchez (azul celeste y oro): Palmas y dos orejas. Incidencias: El festejo comenzó 10 minutos tarde debido a que mucha gente tardó en acomodarse en sus localidades. Destacó en varas
Manolo Quita, de la cuadrilla de
Ponce, y con las banderillas,
Gustavo Campos. Al finalizar la lidia del 3o. toro, los tres alternantes dieron una vuelta al ruedo con una manta donde se agradecía al gobernador del Estado,
José Francisco Olvera Ruiz, el haber declarado Patrimonio Cultural Inmaterial a la Fiesta.
Comparte la noticia