Muere el matador Curro Ortega en su casa
Lunes, 01 Oct 2012
México, D.F.
Redacción | Foto: Archivo
Descanse en paz
El matador de toros Curro Ortega murió ayer, a la edad de 83 años, en su departamento de Mixcoac, como consecuencia de varios problemas de salud que le aquejaban desde hace tiempo, y sus restos están siendo velados en la agencia funerario Gayosso de las calles de Colima, en la colonia Roma.
Su nombre de pila era Moisés Maussan Ortega, y desde sus inicios como novillero adoptó el nombre artístico de Curro Ortega para anunciarse en los carteles, curiosamente el mismo del matador venezolano Curro Ortega "El Marabino", y del novillero tijuanense apodado El Loco de Tijuana, aunque no guarda parentesco alguno con ambos.
Nacío el 6 de octubre de 1929 en Celaya, Guanajuato, y se presentó en 1946 en la Plaza México en una novillada nocturna, celebrada el 30 de agosto, en la que alternó con Fernando López y Nacho Pérez, cuando lo apoderaba Antonio Sabater "El Zar del Bajío".
Entre los años de 1947 y 1948 incrementó su actividad y consiguió ligar seis novilladas en el coso de Insurgentes, con el corte de varias orejas, hecho que se tradujo en la consolidación de su carrera, lo que le permitió tomar la alternativa el 10 de diciembre de 1950 en la plaza "Caletilla" de Acapulco. Su padrino fue el maestro Femín Rivera, quien le cedió la muerte de un toro de Santacilia, en presencia de otro joven matador contemporáneo: Manuel Capetillo.
A principios de los años cincuentas probó fortuna en España, y debuto, como tantos mexicanos de esa época, en la Monumental de Barcelona, la tarde del 14 de septiembre de 1951, acartelado con Julio Aparicio y Rafael García, que tomaba la alternativa. Cortó una oreja a un ejemplar de la ganadería de Garcigrande.
Al año siguiente realizó un buena temporada en cosos españoles, así como en otros de Portugal. Sin embargo, cuando su carrera iba en ascenso, se vio obligado a dejar la profesión debido a una grave cornada que sufrió en Tijuana el 15 de agosto de 1960, que lo dejó imposibilitado para continuar adelante.
En octubre de ese mismo año, su amigo, el matador Carlos Arruza, le organizó una corrida benéfica en la plaza "El Toreo" de Cuatro Caminos que, a la postre, fue una corrida memorable por los triunfos del propio Arruza, como rejoneador, así como Alfredo Leal, Juan Silveti -uno de sus mejores amigos- y Joselito Huerta, que triunfaron de manera clamorosa con los toros de Valparaíso en dicho festejo, que fue televisado en cadena nacional y que narró el maestro Pepe Alameda.
Curro Ortega fue un torero recio, pundonoroso y un hombre de buen corazón, hermano de Abraham Ortega, que fue uno de los mejores taurinos y veedores de toros en su época, amigo de don Reyes Huerta, y el que prácticamente le formó la ganadería con reses de San Mateo a finales de los años cincuenta. Asimismo, era tío de Jaime Maussan, especialista en asuntos relacionados con los ovnis. Desde aquí enviamos nuestras más sentidas condolencias a su familia, especialmente a su hijo Curro.
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