"El hombre propone, Dios dispone… y luego viene el toro, y lo descompone". Así reza el refrán; la novillada de De Haro tuvo muchas complicaciones, sacando genio y sentido, espiones y sabiendo lo que dejaban atrás. Tardos en la embestida y mostrando sosería, aunque acudieron todos al caballo, les pidieron las credenciales a los alternantes, obligándolos en sacar carácter y aguante, para resolver la papeleta
Destacan en la tarde unas bellas verónicas de Santiago Fausto y algunos derechazos con imperial figura, con la espada, no las trae todas consigo, todavía se le ve con cierto temor tras su complicada lesión en el hombro, deseoso de triunfar regaló un novillo con clase de Pepe Garfías que se desfondó pronto. Sin duda es buen torero, con mucho empaque, pero con otro tipo de ganado.
Carlos Rodríguez también tuvo voluntad y entrega toda la tarde. Su primero le propinó una voltereta muy aparatosa de la que salio desconcertado perdiendo la brújula cuando hacia cosas interesantes con la muleta, conserva el trazo largo y el temple, pero sus esfuerzos se estrellaron; estuvo desatinado con la espada doliéndose del hombro después de la voltereta.
El francés Cayetano Ortiz tiene muchas cosas de torero bueno en lo clásico con sabor y hondura su valor es sereno realizaba una faena interesante en su primero dejando huella de calidad, cuando al final de la faena instrumento una bernardina fuera de cacho y el novillo no se la perdono, infiriéndole la cornada en el muslo izquierdo para que se lo llevaran las asistencias y ya no pudiera salir, por lo que Santiago Fausto finiquitó a su enemigo y todo se quedo en un mano a mano entre el potosino y el queretano.
Al francés le volveríamos a ver con mucho agrado; tiene misterio en su toreo y expresión artística.
La tarde transcurrió pesada, lo que provoco la molestia de los espectadores entre el enfado y el aburrimiento, en fin nada que contar a casa.