El pasado viernes en la plaza de toros de Granada (que fuera inaugurada por el mexicano Armillita en los años veinte del siglo pasado), un toro de Benjumea revolcó a Julián López "El Juli", provocándole una severa luxación de clavícula.

Eran tan intensas las molestias que el madrileño no podía ni siquiera sostener la muleta. Pero lejos de tomar las de Villadiego y buscar la puerta de la enfermería, se armó de valor y se pasó la sarga a la de cobrar para dar forma a una faena ciento por ciento izquierdista. Anestesió el dolor con raza de figura.

Al llegar el momento de tirarse a matar no le quedó de otra que hacerlo con la zurda. Con tan buena puntería que al primer viaje la espada se deslizó entre las carnes del jabonero sucio. Julián no podrá cumplir con las corridas que tenía contratadas en Bilbao, Alicante, Badajoz y Burgos. Se perderá pues la reaparición de José Tomás, con todo lo que significaba su presencia en el cartel del día 25 en Badajoz.

El episodio hizo que los viejos aficionados recordaran las estocadas con la izquierda del yucateco Álvaro Cámara. Pero más allá de la peninsular referencia, la gesta juliana nos lleva a reflexionar sobre la importancia del profesionalismo y el amor propio de un hombre que no por ser millonario se desentiende del viril sello del pundonor.

Al ver detenidamente las imágenes del percance notamos que Julián en ningún momento busca impresionar al público a través de la dramatización de su dolor. No lucra con su condición minada. Cero teatralidad. A alguien así sólo se le puede llamar de una manera: torero.

Silveti en Gijón

El matador irapuatense Diego Silveti volverá a la plaza donde recibió la alternativa el año pasado. Actuará el 8 de agosto en Gijón, al lado de los españoles David Mora e Iván Fandiño, con toros de la divisa azul celeste y negra de Alcurrucén.

Los carteles de la Feria de Nuestra Señora de Begoña se darán a conocer este viernes en la ciudad asturiana.

Fundamentos

Bibliófilos Taurinos de México, asociación que preside Jorge Espinosa de los Monteros, emitió un manifiesto correctamente fundamentado a favor de la Fiesta de los toros. Ofrece argumentos históricos, jurídicos, culturales y económicos para defender al toreo ante la amenaza de ser abolido eventualmente en la Ciudad de México.

Establece: "Con la integración cultural de los pueblos indígena y español, el toreo fue adoptado en nuestro país como una fiesta propia. Por tanto, México es desde su origen un país eminentemente taurino, motivo por el cual los toros forman parte del patrimonio cultural de los mexicanos. La Constitución contempla la libertad de trabajo al expresar que ‘a ninguna persona se le podrá impedir que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siempre y cuando sean legales’. La violación de las garantías y derechos sancionados por nuestra Constitución podría dar lugar a la interposición del juicio de amparo, que es el instrumento que los gobernados tenemos a nuestro alcance para defendernos de los actos ilegales de las autoridades. El Distrito Federal se ha distinguido por legislar parta proteger los derechos de diversas minorías;  si los aficionados taurinos constituimos una minoría, también tenemos el derecho a exigir que se nos respeten nuestras libertades y derechos".

Sobre su impacto económico, los bibliófilos advierten: "Los intentos de prohibir este espectáculo amenazan con afectar gravemente el ingreso y el nivel de vida de muchos habitantes de nuestro país que tienen empleos directos o indirectos generados por los toros”. Y concluyen afirmando que “la prohibición de la Fiesta significaría una grave violación a diversos preceptos constitucionales, los cuales están por encima de cualesquiera otras legislaciones o reglamentaciones internas. Toca a los integrantes de la comunidad taurina mexicana (empresarios, ganaderos, toreros, apoderados, subalternos, periodistas y aficionados) luchar por proteger, respetar, fomentar y engrandecer la Fiesta con seriedad y dignidad, a fin de garantizar su futuro venturoso en nuestro país".

Esa lucha es fundamental porque sólo profesionalizándolo verdaderamente, el espectáculo de toros podrá fortalecerse para soportar los embates externos. La primera defensa de la Fiesta es el ataque a sus propias lacras.

Novilladas

El 8 de julio arrancarán las novilladas en la Plaza México. Después de los distintos contratiempos de salud que ha encarado, Santiago Fausto buscará que la Temporada Chica sea al fin su plataforma de despegue definitivo hacia la alternativa. Actuará en el primero o el segundo festejo.

La empresa capitalina se aboca ahora mismo a reclutar jóvenes y reseñar encierros para el serial. Algunos nombres de posibles actuantes son Manolo Olivares, Paulo Campero, Jaime Ruiz, David Aguilar y Óscar Amador. Las ganaderías que podrían lidiar son, entre otras, La Paz, Los Cués, La Guadalupana, De Haro, Jorge María y Marrón.