Después de la grave cornada sufrida en la plaza peruana de Tacabamba el pasado 14 de septiembre, el matador ecuatoriano Guillermo Albán ya se encuentra recuperado por completo y afina su preparación en distintas ganaderías del Ecuador.

"Ya estoy recuperado por completo, y en los últimos días he podido probarme en varias ganaderías ecuatorianas y me he sentido bien. La cornada no me dejó secuela alguna y eso es importante, pues fue una cornada fuerte de la que sangré mucho y lo cierto es que sí me causó impacto, considerando que en Tacabamba no había servicios médicos óptimos para operarme y el trayecto hasta Chota fue angustioso en la ambulancia", afirma Albán.

El matador nacido en Guayaquil se sometió a diversas fisioterapias antes de probarse en el campo, concretamente en las fincas de Campo Bravo, El Jaral, El Arriero y San Luis, donde ha toreado varias becerras para recuperar el pulso técnico de sus entrenamientos habituales. Sin embargo, por ahora está a la espera de que le confirmen algunas fechas fuera del Ecuador, al haberse quedado marginado de la Feria de Quito, según explica:

"Mi apoderado, el matador Gabriel de la Casa, le pidió a la empresa un aumento en mis honorarios, considerando que hace cuatro años estaba cobrando lo mismo en una feria donde he triunfado con fuerza, y donde me he ido ganando un cartel a base de esfuerzo y triunfos al lado de las máxima figuras extranjeras. Para no ir muy lejos, el año anterior salí a hombros dos tardes".

Albán afirma que pidió el 40 por ciento de lo que ganan las figuras extranjeras que acuden a Quito cada año (como es el caso de Sebastián Castalla o David Fandila "El Fandi"), pues considera que ha hecho méritos suficientes para ello, pero su propuesta económica no tuvo eco ya que no hubo una contraoferta por parte de la empresa quiteña.