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La actuación de El Payo ante la prensa española

Jueves, 25 May 2023    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
Coinciden en la poca fortuna en su regreso a Las Ventas de Madrid
La prensa española dedicó distintos comentarios para valorar el paso de Octavio García "El Payo" por la plaza de Las Ventas, donde coinciden sobre el poco juego de su lote, así como la mala suerte con la que pechó el torero mexicano, en un concentrado de crónicas que se agrupan en la siguiente información.

Patricia Navarro (La Razón)

El Payo se las vio con un primero que salió desentendido de los primeros tercios, como si la cosa no fuera con él. Lo curioso es que la raza que tuvo se la guardó para la muleta y fue entonces cuando sacó más movilidad y ganas de repetir en el engaño del mexicano. A pesar de ello la faena no alcanzó trascendencia, en parte por la sosería del toro y por la falta de ligazón de la faena del torero. El cuarto no le dejó la puerta abierta al lucimiento, ni tan siquiera un resquicio. Lo intentó, pero no había manera y se fue largo. Demasiado.

Zabala de la Serna (El Mundo)

Había asomado un instante el sol, que no la suerte para El Payo, en los albores para proyectar la basta sombra del toro de Algarra, tan congestionado de cuello, hecho en bloque por delante, una seriedad de complicada humillación. Le confirió más ritmo del que aportaba su reservona condición en su mano derecha. Que conquistó la ronda más coreada. Pesaba el toro en la muleta, manejable en su escaso afán; inviable por el izquierdo, tan desentendido. El elegante mexicano -casi inédito luego con el frágil cuarto de Montalvo- alcanzó el brillo de un hermoso pase del desprecio entre la resolución de la veteranía.

Paco Aguado (Agencia EFE)

El cartel lo abrió el mexicano Octavio García "El Payo", que tanto con el noble primero de Algarra como con el manejable y aplomado cuarto de Montalvo mantuvo las mismas precauciones, sin decidirse nunca a dar el paso adelante, y sin el aguante ni el mando necesarios para sacar de ambos un mínimo partido.

Ángel González Abad (Diario ABC)

"Plácido", de Montalvo, que hace cuarto, acusa falta de fuerzas, de casta también, y llega a la muleta de El Payo sin opciones de triunfo. Lo intenta el mexicano en su única tarde en la feria, pero todo ya va cuesta abajo. El público le pide que termine, pues allí ya no hay nada que hacer, aunque el hombre intenta justificarse. Pinchazo, media fea y un descabello. Silencio. "Malaspulgas", el primero de Algarra, se encela en el caballo en el primer puyazo, de donde sale distraído, con la cara muy alta, y con querencia a las tablas. Cumple en el segundo encuentro, pero siguen los signos de poca entrega. Seguro que no es el toro que El Payo había soñado para su vuelta a Las Ventas. Series con la derecha en las que el mexicano se centra con el toro tomando la muleta con mejor aire. Por el izquierdo pasa de puntillas para cambiar de mano en un final acogido de forma desigual por el público. Estocada desprendida. Silencio.

Barquerito (Colpisa)

Con el primero, un toro de muy particular estilo, abanto y frío de partida, avivado en banderillas, fijo en la muleta, reapareció en Madrid tras larga ausencia El Payo, que en Las Ventas dejó su sello cuando era novillero. El tercero de los cuatro toreros mexicanos anunciados este año en San Isidro, pero el único de los cuatro sin paso previo por escuelas taurinas españolas. El aire mutante del toro en los dos primeros tercios pareció desconcertarlo. No tardó en entenderse con él y en llevarlo por la mano derecha empapado, retemplado en el engaño. Muletazos carísimos -los mejores de toda la tarde, debidamente subrayados- en tres tandas de hasta cuatro ajustados, ligados, bien tirados. Sin el remate obligado de pecho ninguna de las tres. Faena en un palmo de terreno. No quiso el toro por la otra mano. Para completar el sexteto desbaratado de Algarra vinieron dos toros de Montalvo que no se parecieron en nada. Descarado, dos severas agujas, bastante feo, un cuarto de malos apoyos que perdió muchas veces las manos, se afligió y apenas dio de sí. Faena justificatoria, empeñosa y sin historia de El Payo.

Diego Cervara (La Tierra del Toro)

El primero de la tarde correspondió al hierro de Luis Algarra. "Malaspulgas" salió dormido de salida en el saludo capotero, y tampoco evidenció cosas buenas. Tras el paso por el caballo y en banderillas, el de Algarra ya dejó ver, que poco o nada tenía dentro, ya que iba siempre con la cara alta, buscando el abrigo de las tablas. El Payo lo intentó por ambos pitones, y lo más destacado lo firmó con la diestra, sin redondear la faena por la condición del toro, que sin ser malo, no fue un toro para el lucimiento. Estocada desprendida. El cuarto, "Plácido" de Montalvo, fue un toro grande. Un tren. 574 kilos en la romana, que desplazó con buen aire en el saludo capotero de El Payo, pero todo fue un espejismo, pues en el caballo se desinfló. En el tercio de banderillas, el toro ya evidenció su falta de fuerza. Este de Montalvo, agarrado al suelo y sin condición de embestir, no permitió el lucimiento de El Payo mala suerte la del diestro mexicano, estrellarse con este toro, después de siete años sin pisar el ruedo venteño… Naturales y derechazos sueltos, sin eco en los tendidos, fue lo que quedó en el ruedo pero no quedará en el recuerdo. Pinchazo, estocada casi entera defectuosa y golpe de descabello.


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