Actor, cantautor, activista, hacia finales de los sesenta de la pasada centuria ya era una figura reconocida tras su participación en "Los Caifanes", película de culto dirigida por Juan Ibáñez en 1966. En ese momento ya se movía por los predios de la canción comprometida con naturalidad, convirtiéndose en la voz  de numerosos grupos sociales de la época.

Estudió teatro en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes, INBA y en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, fue reconocido por su infatigable labor de investigación y difusión de la música tradicional mexicana, así como por sus aportes como autor de temas que ya son considerados clásicos.

Su trayectoria musical que abarca el centenar de discos incluyó entre su vasto acervo, músicas y piezas de otras latitudes que de alguna u otra forma se vinculan con las nuestras: música española, latinoamericana, infantil, tango, bolero romántico y pasodobles, son ejemplos claros de esto.

En esta tesitura, durante la década de los años 90, Óscar Chávez aficionado a la Fiesta Brava, rescató del olvido: "La Encerrona", una serie de pasodobles en cuatro volúmenes, en el que se muestran pasajes taurinos del siglo XIX, así como las hazañas de distintos personajes de la época, tales como Ponciano Díaz, Bernardo Gaviño, Lino Zamora, entre otros.

En el año 2012, asistió la Asociación Nacional de Matadores de la Ciudad de México, cuando fungió como invitado de honor durante la presentación del libro "Corridos Taurinos Mexicanos", de Eduardo Heyfte, un interesante material que recopila 80 corridos, varios de ellos grabados por el cantante.

Óscar Chávez quedará como referente del arte y las tradiciones populares mexicanas, así como un fuerte exponente de coherencia y compromiso social y político, pues  el llamado "Caifán mayor" prestó siempre su voz, teniendo por bandera la propia convicción como un faro inquebrantable.