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Lo de Alberto Valente viene muy en serio (video)

Sábado, 15 Oct 2011    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: JRN           
Cortó una oreja y fue el triunfador
Alberto Valente cortó la única oreja y fue el triunfador del último festejo de la temporada en la Plaza Arroyo, ratificando así que viene en serio en esta segunda etapa de su carrera novilleril, pues ha dejado ya un grato sabor de boca en varios cosos de nuestra geografía nacional.

Y si en La México y Guadalajara dio muestras de valor y agallas para sobreponerse a situaciones complicadas, esta tarde en Arroyo dejó ver que también sabe correr la mano con sabor, pues tuvo la fortuna de encontrarse con un estupendo novillo de Huichapan que, a la postre, fue el mejor del concurso de ganaderías, ratificando también el buen momento por el que atraviesa la vacada de Adolfo Lugo Verduzco, pues a lo largo del ciclo envió también el encierro más completo.

Con tres largas cambiadas de rodillas en el centro del ruedo recibió Valente a este "Hidalguense", para después ligar ajustadas chicuelinas con arrojos y ansias de novillero, lo cual le granjeó en el reconocimiento del público que, durante toda la lidia del ejemplar, estuvo siempre dispuesto a apaludirle. El novillo peleó con fuerza en varas, metiendo la cabeza abajo y empujando con los riñones, pese a que no se arrancó con muchos bríos.

Siempre animado, el norteño cubrió con mérito el segundo tercio de la lidia, galleando con alegría hasta ser enfrontilado sin consecuencias en un descuido. Interesante resultó su trasteo, ya que entendió pronto al burel y logró endilgar series de derechazos en los que templó de maravilla y fue llevando con mucho pulso las embestidas, alargando el trazo en cada una de éstas en lo que fueron los mejores momentos de la tarde y quizá de toda la temporada.

También pudo dejar su huella al natural, aunque el izquierdo no era el mejor pitón del novillo. De nuevo se puso la sarga en la diestra e intentó torear en redondo, muletazos que no le resultaron tan limpios, pero sí meritorios. Luego de rubricar toreando por manoletinas, pinchó en el primer intento con el acero, para luego conseguir una estocada que no fue suficiente y terminó hasta el segundo golpe de descabello. A pesar de esta situación, el público exigió la oreja y el trofeo fue otorgado ante la aceptación popular.

El que también dibujó buenos muletazos y se notó centrado fue César Ibelles, que perdió la posibilidad de tocar pelo al dejar un feo espadazo en la suerte suprema. A él le tocó un novillo de De Haro que tuvo nobleza y sus embestidas eran dulces, aunque en ocasiones terminaba con la cabeza a media altura.

Advirtiendo la condición del burel, que tenía un mejor lado izquierdo, Ibelles se puso la muleta en la siniestra a las primeras de cambio y estructuró una faena totalmente por ese perfil, cuajando naturales de buena factura por lo templados y la largueza conseguida, pases de calidad que, sin embargo, tardaron un poco en transmitir hacia el tendido.

El primero de la tarde fue de Autrique y brindó un sensacional tercio de varas, pues se arrancó de largo en tras ocasiones y, encastado, empujó fuerte en el peto. Lástima grande que llegó un tanto resabiado a la muleta y quedándose corto, impidiendo el lucimiento de un Paulo Campero que se puso en terrenos comprometidos y se la jugó muy de verdad, aunque sin gran eco ante la afición. Cabe señalar que, cuando intentaba un quite por gaoneras, fue prendido aparatosamente, salvándose de un percance que pudo ser serio.

Paco Velásquez
se enfrentó al de Piedras Negras, un novillo con un par de pitacos muy respetables pero que se escupió en la primera vara, para luego provocar un tumbo debido más a su fuerza que a la bravura. El portugués no logró confiarse del todo y, cuando logró hacerlo, pudo dejar destellos de su clase. Una pena que el estocadón conseguido no hizo doblar pronto al burel, por lo que el público también se enfrió.

Al ecuatoriano José Antonio Bustamente le tocó "bailar con la más fea", como se dice coloquialmente, pues el ejemplar de La Venta de Romero fue un manso perdido que continuamente salía huyendo de las suertes y que prácticamente no tuvo un pase. Honrado a carta cabal, el novillero hizo el esfuerzo y hasta se llevó un tremendo susto, determinación que fue premiada con una salida al tercio.

Ficha
Plaza Arroyo. Séptima y última novillada de la temporada. Tres cuartos de entrada. Novillos de Autrique, De Haro, Huichapan, La Venta de Romero y Piedras Negras (lidiados en ese orden), destacando el de Huichapan por su clase y transmisión. Pesos: 428, 430, 422, 438 y 434 kilos. Paulo Campero (olivo y azabache): Palmas tras aviso. César Ibelles (celeste y oro): Ovación. Alberto Valente (verde botella y oro): Oreja tras aviso. José Antonio Bustamente (marfil y azabache): Ovación. Paco Velásquez (grana y oro): Ovación tras aviso. Destacó en banderillas Tonatiuh Silva, que saludó tras parear el 5o.


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