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Arriaga avanza con firmeza al doctorado (video)

Domingo, 09 Oct 2011    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo           
Cuajó una gran faena ante el primero de su lote
Angelino de Arriaga bordó una gran faena esta tarde en la Plaza México, quizá la mejor de toda la Temporada Chica que hoy llegó a su fin, y si no cortó las dos orejas fue porque tuvo que recurrir al descabello al no ser suficiente el espadazo conseguido; más allá de esta circunstancia, demostró que avanza con paso firme hacia la alternativa, la cual quizá reciba el 2 de noviembre en Tlaxcala.

Esta importante labor sucedió ante el segundo de la tarde y primero de su lote, un novillo de Barralva que terminó rompiendo a bueno y que fue premiado con el arrastre lento gracias a su recorrido, duración y clase. Bonitas fueron las chicuelinas que el tlaxcalteca instrumentó con el capote, haciendo presagiar lo que se vendría con la muleta.

Angelino inició su trasteo toreando por alto y rápido le tomó la distancia y el ritmo al ejemplar. Asentado, comenzó a correr la mano en derechazos dotados de un sello muy personal, cuidando mucho la figura y templando las embestidas con empaque, transmitiendo enormidades a un público que se le entregó sin cortapisas.

Decidido, se puso la sarga en la izquierda para intentar torear al natural pero, al percatarse que el novillo no tenía el mismo recorrido por este pitón, e incluso protestaba un poco, continuó bordando el toreo con la diestra en interminables tandas, en redondo y por bajo, adornadas con elegantes destellos, como un par de trincherazos, trincherillas, pases del desdén y hasta una dosantina con la siniestra.

La faena, prácticamente derechista de principio a fin, era merecedora de las dos orejas, pero Arriaga dejó un espadazo que, al momento mismo de la suerte, sacó a la mitad. Y así, acertó en el primer intento con la de cruceta, para pasear después una oreja de gran fuerza.

El apéndice que logró ante su segundo no tuvo la misma rotundidad e, incluso, fue protestado por algún sector. Y es que, aunque Angelino estuvo firme y con las ideas claras ante un novillo que regateaba las embestidas y no acudía con tanta claridad, la faena nunca logró tomar vuelo.

Eso sí, la estocada traserita con la que finiquitó su aseada labor fue fulminante, de tal suerte que aparecieron los pañuelos blancos de forma mayoritaria y la autoridad terminó por conceder el trofeo, lo que le valió la salida en volandas.

Luis Conrado contó con el apoyo y cariño del público durante toda la tarde. El primero de su lote fue otro de los novillos con calidad del encierro de Barralva, pues acudía con codicia a los engaños, de tal forma que el novillero capitalino dejó muletazos que le fueron coreados cuando se acomodó con la derecha.

Y también al natural instrumentó trazos de bella factura, muy largos, aunque la faena vino un poco a menos en la medida en la que el ejemplar se fue apagando. Una pena que falló con los aceros, dejando una estocada bastante defectuosa en el primer intento, pues perdió la oreja que ya tenía en la espuerta.

El segundo de su lote era tardo y acudía con la cabeza a media altura. Conrado le fue paciente y, sobándolo, le fue sacando algunos muletazos interesantes, aunque aislados. Consciente que la faena podría perderse en la monotonía, le pisó los terrenos al burel y se pegó un arrimón, llevándose una voltereta de órdago, de la cual se levantó para rematar el trasteo y acariciar la posibilidad de tocar pelo, aunque se puso muy pesado con la espada hasta escuchar dos avisos. Pese a ello, fue ovacionado con fuerza.

Leandro de Andalucía tuvo una tarde sin mayor pena ni gloria. El primero de su lote tuvo nobleza, pero fue deslucido; el colombiano estuvo ahí, insistente, pero no logró conectar con el tendido salvo en una tanda de naturales, luchando contra el viento que se desató durante la lidia de este novillo.

El sexto de la tarde apareció en el ruedo ya cuando la lluvia apretaba en serio y la actuación de Leandro pareció una calca de su labor anterior, pues el ejemplar acudía sin gran transmisión y el torero no pudo lograr acoplarse del todo, aunque eso sí, mostró voluntad y tesón.

Ficha
México, D.F.- Plaza México. Decimosegunda y última novillada de la Temporada Chica. Unas 3 mil 500 personas en tarde lluviosa a partir del cuarto ejemplar. Novillos de Barralva, bien presentados, de juego variado, de los que destacaron 1o. y 2o., éste premiado con arrastre lento por su calidad. Pesos: 385, 408, 390, 315, 400 y 365 kilos. Luis Conrado (nazareno y oro): Ovación y ovación tras dos avisos. Angelino de Arriaga (palo de rosa y oro): Oreja y oreja con algunas protestas. Leandro de Andalucía (grana y oro): Silencio tras dos avisos y silencio. Incidencias: Fernando García destacó en banderillas y saludó en el 3o. Angelino de Arriaga salió a hombros.


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