Pedro Gutiérrez "El Capea" y Joselito Adame se repartieron un total de seis orejas en la corrida de feria que se llevó a cabo esta tarde en el lienzo charro de Fresnillo, donde Rodrigo Santos sorteó los únicos dos toros de Cerro Viejo que no funcionaron

La actuación del torero salmantino Pedro Gutiérrez "El Capea", nuevamente dejó muestra del buen momento por el que atraviesa, pues realizó dos faenas que calaron hondo en la afición fresnillense que lo acogió de buena forma.

Con el primero de su lote, de dibujó con verónicas para después llevar toreramente al ejemplar hasta la cabalgadura del picador. En plan grande salió El Capea a realizar una faena sobrada de recursos técnicos y artísticos Despachó de certera estocada para recibir como premio dos orejas.

Al quinto de la tarde, el torero español, también dejó muestra de su entrega y valor, pues con un toro que no fue una perita en dulce, pudo y supo aprovechar cada trazo, cada muletazo que nuevamente desgranaban los olés en el tendido. La espada tuvo una impecable colocación, por lo que El Capea, recibió como recompensa una oreja.

El tercero y sexto de la tarde correspondieron a Joselito Adame, que no sólo cayó de pie ante la afición fresnillense, sino que confirmó el sitio que le han dado los ruedos más importantes de México y España.

Con "Lupe", el primero de su lote, Adame se adornó en los medios con el lance natural por excelencia, después hizo lo propio con un sobrado quite por chicuelinas. Cubrió con garbo el segundo tercio, dejando tres buenos pares. Después tuvo un vibrante inicio de faena, llevándose al toro a la boca de riego para empezar a endulzar con su fino trasteo. Con las zapatillas bien plantadas sobre la arena, Adame corrió la mano derecha con despaciosidad, para en plan artista y temerario continuar su labor con tandas por naturales.

Joselito continuó alegrando la tarde de cielo encapotado con su toreo variado e imaginativo; acertó al segundo viaje para recibir una oreja. Con el que cerró plaza, Adame continuó con el mismo tenor de entrega y elegancia, aderezando su labor con el carácter alegre que transmite de lleno a los tendidos. Saboreó un quite por zapopinas para también cumplir con los palitroques, con la pañosa su faena fue variada. Dejó certera estocada para salir con dos orejas en su espuerta.

Abrió la tarde el caballista Rodrigo Santos, quien tuvo en suerte a un complicado ejemplar de Cerro Viejo, con el que logró buenos momentos; el potosino que dejó una vez muestra de su arrojo, en todo momento buscó agradar al respetable, logrando pasajes interesantes. Falló con el rejón de muerte y se llevó la ovación del respetable.

Con su segundo ejemplar, Santos se sacó la espinita, pues tuvo en suerte a un toro con mayor acometida, que desde su salida cumplió en la cabalgadura del potosino, quien se adornó en los rejones de castigo para después poner al respetable de pie con su colocación de las banderillas, siendo el momento cumbre cuando clavó las banderillas cortas, pues ahí, el entregado público fresnillense aplaudía de pie la labor del caballista. Pese a la buena colocación del rejón de muerte, el ejemplar tardó en doblar, por lo que Santos fue premiado solamente con una vuelta al ruedo.