El torero de Apizaco cortó tres orejas y se convirtió en el triunfador de la corrida que se llevó a cabo hoy en la localidad poblana de Cholula, donde alternó, mano a mano, con Alfonso Mateos, que solamente escuchó palmas en los dos toros de su lote.
 
El fuerte aguacero que cayó antes de la corrida no menguó el ánimo de los aficionados que acudieron en gran número a la plaza y aclamaron a Rafael con fuerza en su labor con el tercero de la tarde, al que le dio lances sueltos al principio, luego navarras consumando un segundo tercio sin gran lucimiento, el toro llegó con poco gas y encima se escupía a cada pase teniendo que ir el torero tras él; la faena fue intermitente pero como logró una estocada de efecto rápido le soltaron las dos orejas.
 
Con su primero, Rafael fue de menos a más con la capa, el toro se dolió al castigo pero le apretó al torero en banderillas y tuvo que pasar dos veces en falso, al cambiar los procedimientos realizó la suerte al violín y después clavó cortas. Muletazos por alto con una rodilla en tierra fueron el prólogo a su labor muleteril derechista que prolongó en demasía; tardó en entrar a matar transcurriendo más del tiempo reglamentario sin que se escuchara aviso alguno, luego la estocada con travesía tardó en hacer daño pese a lo cual se concede una oreja que dejó ante las protestas.
 
El que correspondió en primer término a Alfonso Mateos salió con muchas patas, empujó al caballo en un prolongado puyazo y perdió movilidad al avanzar la lidia; con desahogo comenzó el torero toreando por alto, luego de una tanda por el lado derecho quiso darle por el izquierdo y al quedársele corto le echó mano, nuevo toreo con la diestra que el público coreó fuerte, el pinchazo antes de la estocada entera le privó de algún premio y terminó escuchando palmas.
 
Deseoso de conseguir el triunfo empezó en el cuarto con largas de rodillas, lances a pies juntos y caleserinas voluntariosas; estuvo porfiando con la muleta ante a la poca movilidad del burel que se resintió por el excesivo castigo, lo despachó de un espadazo luego de pincharlo tres veces, se retiró entre palmas.